Tumores caninos de la piel: Una visión general

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Los tumores caninos de la piel son lugares en la superficie de la piel del perro que forman bultos no naturales de tejido cutáneo. Los tumores se crean cuando una o unas pocas células de la piel del perro sufren una serie de mutaciones que conducen a un crecimiento incontrolado de las células. Estas células mutadas se denominan células cancerosas, y continúan dividiéndose y utilizando los recursos del organismo para fabricar más células cancerosas. Algunos tumores cutáneos caninos no son graves, mientras que otros pueden poner en peligro la vida del perro afectado.

Diferentes tipos de tumores cutáneos caninos

Existen dos tipos de tumores: benignos y malignos. En un tumor benigno, las células cancerosas se adhieren para formar una masa sólida. Debido a que el cáncer se concentra en un área pequeña en un tumor benigno, este tipo es el más fácil de tratar. Un tumor se convierte en maligno si las células cancerosas sufren otra mutación que hace que el tumor crezca en extensiones, no como las raíces de una planta. Estas «raíces» permiten que las células cancerosas se desplacen por el cuerpo, iniciando nuevos tumores cada vez que aterrizan.

Una vez que un caso de cáncer se convierte en maligno, es extremadamente difícil de tratar, porque la enfermedad está mucho más extendida por todo el cuerpo del perro. Incluso si el tumor de un perro comienza en la piel, puede extenderse profundamente en el cuerpo una vez que alcanza la malignidad. La mayoría de los tumores cutáneos caninos nunca llegan a ser malignos.

Tratamientos de los tumores cutáneos caninos

Existen tres métodos principales para tratar el cáncer canino:

• Cirugía
• Radioterapia
• Quimioterapia

Si el perro tiene un tumor benigno, puede ser tratado quirúrgicamente. El tratamiento quirúrgico de un tumor cutáneo canino consiste simplemente en cortar el tejido canceroso del cuerpo del perro.

La radioterapia se utiliza para ambos tipos de cáncer, benigno y maligno. La radioterapia consiste en bombardear el tumor con rayos X de alta energía para eliminar el mayor número posible de células cancerosas. Se utiliza antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor, y después de la cirugía para eliminar los restos de tejido canceroso que hayan quedado.

La quimioterapia es el tipo más intenso de tratamiento del cáncer; consiste en bombear el cuerpo del perro con sustancias químicas tóxicas. La quimioterapia funciona porque estos venenos son más tóxicos para las células cancerosas que para el resto del cuerpo del perro, por lo que el cáncer muere más rápido que el resto del perro.

¿Qué tratamiento debo aplicar a mi perro?

La quimioterapia suele emplearse únicamente en los casos de cáncer maligno que se han extendido profundamente en el cuerpo, por lo que si su perro sólo padece un tumor cutáneo, uno o una combinación de los otros dos métodos de tratamiento del cáncer canino constituirán probablemente una mejor elección. Para la mayoría de los tumores cutáneos caninos, los veterinarios recomendarán o bien la cirugía, o bien la radioterapia, o una después de la otra. El tratamiento exacto que se recomiende dependerá de la localización del tumor cutáneo del perro y de su tamaño.

Como cualquier tipo de cáncer, los tumores de piel en los perros pueden suponer una amenaza muy seria para la salud y la supervivencia del animal. Si notas un tumor en la piel de tu perro que parece estar creciendo, pide una cita para que lo examinen en el veterinario.

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