¿Son eficaces los productos de refuerzo inmunológico para perros?

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Los productos de refuerzo inmunológico para perros y su eficacia han sido motivo de acalorado debate y controversia durante los últimos años. El jurado aún no se ha pronunciado sobre su eficacia. Los defensores de los refuerzos caninos para adultos consideran que evitan la propagación de enfermedades caninas entre la población de animales de compañía y la humana. Los detractores afirman que los refuerzos inmunitarios caninos tienen efectos adversos, y que los riesgos son demasiado elevados para que merezcan la pena.

Aspectos a tener en cuenta

Hay varios factores que hay que tener en cuenta a la hora de decidir si dar o no un refuerzo inmunitario a tu mascota. Debe conocer el riesgo de infección de la enfermedad y estimar la gravedad de la misma si su perro la contrae. Debe saber si es contagiosa, tanto para otros perros como para los humanos. Sopese el riesgo de infección con la seguridad, la disponibilidad y la eficacia del refuerzo propuesto. Lo ideal es que el refuerzo proporcione protección durante un periodo de tiempo adecuado, lo suficientemente largo como para que el perro deje de estar en riesgo.

Recomendaciones

Las directrices actuales de refuerzo recomiendan que los productos de refuerzo canino para adultos se administren cada 3 años, ya que los refuerzos más recientes proporcionan una protección de 3 años. Sin embargo, muchas personas consideran que se está vacunando a los perros con demasiada frecuencia, lo que supone una mayor exposición a los riesgos que conlleva el uso de los refuerzos inmunitarios.

Riesgos menores

Uno de los riesgos tiene que ver con las reacciones a los inmunógenos y adyuvantes, los agentes que provocan una respuesta inmunitaria a la vacuna, en lugar de contraer la enfermedad a través del virus vivo modificado. Esto hace que el refuerzo no sólo sea ineficaz, sino también perjudicial para su perro.

Alergias y contagio

Existe la posibilidad de que otros animales puedan contraer la enfermedad a partir de la reversión de los virus vivos modificados presentes en los boosters que son desechados por el receptor del booster. La Dermatopatía Isquémica puede ocurrir alrededor del sitio de refuerzo, resultando en bultos, cicatrices, pérdida de pelo, úlceras y lesiones en la piel, costras, cambios en la pigmentación de la piel y fiebre. Las reacciones alérgicas pueden incluir urticaria o, lo que es más grave, anafilaxia, una afección potencialmente mortal en la que el cuerpo entra en estado de shock y los órganos principales comienzan a desconectarse.

Supresión del sistema inmunitario

El sistema inmunitario puede estar suprimido, y algunos consideran que hay todo un complejo de trastornos inmunitarios relacionados con los productos de refuerzo inmunitario. Sin embargo, otros piensan que aquellos animales que tienen trastornos inmunosupresores como la diabetes canina, enfermedades de la tiroides, enfermedades de la piel o problemas circulatorios deben recibir refuerzos inmunológicos como precaución.

Trastornos neurológicos

También se cree que los reforzadores modificados causan epilepsia y otros trastornos neurológicos en los caninos. Si añadimos esto a posibles problemas ortopédicos, enfermedades autoinmunes y crisis de insuficiencia suprarrenal aguda, no es de extrañar que algunos propietarios de mascotas se nieguen a utilizar productos de refuerzo inmunológico canino. Están eligiendo no hacer que sus mascotas reciban refuerzos con el fin de evitar las complicaciones inducidas por los refuerzos, y con la esperanza de dar a sus mascotas una vida más larga y más saludable – algo que los productos inmunológicos de refuerzo se supone que hacen.

Antes de dar cualquier producto de refuerzo inmunológico a su perro, asegúrese de preguntar a su veterinario sobre los posibles riesgos para la salud y la dosis adecuada.

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