Explicación de la infección del tracto urinario canino

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Las infecciones del tracto urinario canino son un problema común. Si la orina permanece en la vejiga durante un largo periodo de tiempo, se pueden formar y multiplicar bacterias. Algunos propietarios de perros no reconocen las infecciones del tracto urinario y asumen que los síntomas son problemas de comportamiento.

ITU causada por una bacteria

Las infecciones del tracto urinario suelen estar causadas por infecciones bacterianas. Las bacterias entran en el cuerpo a través de la uretra y acaban llegando a la vejiga. La inflamación reduce el tamaño de la uretra, lo que hace que la micción sea difícil y dolorosa. Otros problemas, como los cálculos en la vejiga, pueden aparecer cuando pasa menos orina por el cuerpo.

Síntomas de una infección del tracto urinario

• Dificultad y dolor al orinar
• Tener que orinar con más frecuencia
• Orinar en zonas inapropiadas/parecer que no se controla la vejiga
• Lamer la zona genital
• Olor a orina o pérdidas de orina
• Dolor y malestar abdominal
• Pérdida de peso notable, anorexia
• Pus o sangre en la orina

No todos los perros mostrarán todos los mismos signos. Encontrar estos síntomas no significa necesariamente que haya una infección del tracto urinario; los cálculos u obstrucciones urinarias tienen síntomas similares.

Diagnóstico de la ITU

Dado que muchos de los síntomas imitan a otras enfermedades, su veterinario primero las descartará como causas. Se analizará la orina en busca de sustancias que puedan indicar una infección. Las pruebas de diagnóstico también incluyen radiografías y una ecografía. En el caso de las infecciones urinarias leves, el veterinario puede recetar antibióticos y un cambio en la dieta del perro. Los casos más graves pueden requerir cirugía.

Tratamiento de la infección del tracto urinario

Los antibióticos se administran para la mayoría de los casos de infecciones del tracto urinario canino. Los antibióticos se administran durante diez a catorce días. Su perro puede empezar a sentirse mejor a las 48 horas del tratamiento. En raras ocasiones, una infección requerirá antibióticos durante un periodo de tiempo más largo.

Es importante que su perro tenga siempre agua fresca a su disposición. La micción es la forma natural de mantener limpio el tracto urinario. Aumentar la frecuencia de la micción puede reducir el riesgo de infecciones del tracto urinario.

Se suele sugerir dar a su perro zumos de frutas, como el de arándanos. El zumo puede ayudar a la acidez de la orina. Una sustancia presente en las bayas ayuda a evitar que las bacterias se adhieran a la vejiga. A algunos perros no les gusta el sabor del zumo; si al tuyo no le gusta y tu veterinario te lo ha recomendado, prueba a diluir el zumo con agua.

Por lo general, los perros orinan más mientras se les pasea, por lo que pasear a su perro con más frecuencia puede ayudar.

Las infecciones del tracto urinario pueden reaparecer si no se toman medidas preventivas. Unos simples cambios en la rutina de su perro pueden ser muy eficaces y reducir la probabilidad de una infección en el futuro.

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