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Los tumores de piel en los perros pueden ser de varios tipos: tumores benignos o tumores malignos que incluyen melanomas, tumores epiteliales o tumores de células redondas. La distinción entre un tumor benigno y uno maligno puede hacerse realizando algunas pruebas en el tumor. El cáncer de piel es uno de los tipos más comunes de cáncer canino.
Tumores benignos
Los tumores benignos pueden aparecer como bultos o lesiones en la superficie de la piel; normalmente, los tumores benignos tendrán una forma regular y se desarrollarán a un ritmo lento. Estos tumores pueden mantener su mismo tamaño, a diferencia de los tumores malignos que crecerán y se extenderán a un ritmo alarmante.
Un tumor benigno no afectará a la salud del perro y debe ser extirpado sólo si el tumor causa molestias o dificulta la respiración o el movimiento del perro.
Tumores malignos
Los tumores malignos pueden formarse en la superficie de la piel y pueden palparse como hinchazones o ser visibles como lesiones o llagas que se curan muy lentamente. Los tumores malignos pueden ser de diferentes tipos:
- Tumores epiteliales
- Tumores mesenquimales
- Tumores de células redondas, que pueden ser de varios tipos, como linfosarcoma, mastocitomas, histiocitomas, tumores de células plasmáticas
- Melanomas, que son tumores pigmentados
Si el tumor cutáneo es maligno, el perro también mostrará algunos síntomas como picor en la piel, enrojecimiento, falta de apetito, letargo y piel escamosa. El perro puede rascarse o mordisquear con frecuencia la zona de la piel afectada.
El cáncer de piel es más frecuente en perros de mediana edad o senior (de 6 a 14 años) y algunas razas de perros son más propensas a desarrollar tumores cutáneos malignos.
Se desconoce la causa de los tumores de piel, sin embargo, la aparición del cáncer de piel se ha asociado con la exposición excesiva al sol.
Pruebas de los tumores cutáneos
La prueba típica que se realiza en los tumores de piel es la biopsia; esta prueba establecerá si el tumor es benigno o maligno.
Se extraerá una pequeña porción del tumor y se analizará bajo el microscopio para determinar el tipo de células que lo forman.
Si el tumor es pequeño, el veterinario puede realizar una biopsia de escisión, que consiste en la extirpación de todo el tumor. Sin embargo, si el tumor es maligno, hay muchas posibilidades de que el tumor vuelva a crecer y se expanda.
Si el tumor cutáneo es maligno, el veterinario también debe establecer el estadio del cáncer, para poder establecer un tratamiento adecuado.
Opciones de tratamiento para los tumores de piel
El tratamiento de los tumores cutáneos dependerá del tipo de tumor que afecte al perro. Normalmente, los tumores benignos deben dejarse tranquilos; no es necesario extirparlos, ya que es menos probable que se expandan y no causarán ningún problema de salud.
Los tumores malignos pueden extirparse mediante cirugía y el perro también necesita recibir quimioterapia que impida la propagación de las células cancerosas. En algunos casos, el tumor puede ser demasiado grande y la cirugía puede no ser posible; también si el cáncer ha hecho metástasis, la cirugía no ayudará.
También puede aplicarse radioterapia, pero ésta no tratará el cáncer; sólo aliviará el dolor.
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