Tratamiento del cáncer de huesos en perros

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Las mejores opciones de tratamiento del cáncer de huesos dependen de si el cáncer de huesos es primario o secundario. Este último comienza en otros órganos y, en algún momento, se extiende a los huesos a través de la metástasis. Para tratar el cáncer de hueso en esta situación es necesario tratar el tumor que ha hecho metástasis. El cáncer de hueso primario en perros, que también se conoce como osteosarcoma canino, se inicia en los huesos.

Características del cáncer de hueso

Todos los huesos del perro pueden verse afectados por el osteosarcoma, pero las extremidades se ven afectadas con mayor frecuencia. De hecho, entre el 75 y el 85 por ciento de los casos el tumor comienza en las extremidades. En esta situación concreta, el cáncer de hueso canino se denomina osteosarcoma apendicular. El tumor comienza en la profundidad del hueso y crece progresivamente. En algún momento, el hueso se agrieta de dentro a fuera. A medida que el tumor aumenta de tamaño, la sensación de dolor que siente el perro se hace más intensa. Con el tiempo, el tumor sustituye al hueso normal. Como el hueso tumoral no tiene la misma fuerza que el normal, se rompe fácilmente. El resultado, que se denomina fractura patológica, ayuda a los veterinarios a confirmar el diagnóstico de osteosarcoma.

Diagnóstico del osteosarcoma canino

Las radiografías representan una de las mejores formas de confirmar el diagnóstico. La extremidad afectada por el osteosarcoma se radiografía y el resultado es analizado por el veterinario. En la mayoría de los casos la radiografía es concluyente, pero si hay dudas puede ser necesaria una prueba diagnóstica adicional. La biopsia, la segunda prueba, proporciona una prueba absoluta del diagnóstico, ya que implica el análisis de una pequeña porción de hueso bajo el microscopio. Tras evaluar la muestra de hueso, los oncólogos pueden saber si el perro padece un osteosarcoma o alguna otra enfermedad.

Opciones de tratamiento para aliviar el dolor

El tratamiento del cáncer de huesos en los perros se centra en dos objetivos diferentes: aliviar el dolor y tratar el tumor óseo. Como esto último puede llevar algún tiempo, es muy recomendable tratar primero la sensación de dolor. Esto puede lograrse mediante uno de los siguientes métodos:

• Amputación del miembro
• Medicamentos
• Procedimiento quirúrgico de preservación de las extremidades
• Radioterapia para el tratamiento del dolor

La amputación puede parecer una solución muy drástica, pero es realmente necesaria cuando el tumor ha destruido gran parte del hueso y el dolor es muy fuerte. Afortunadamente para los perros, su nivel de actividad no se ve restringido cuando se amputa un miembro de los cuatro. A menos que el perro haya recibido radioterapia, sobrevivirá entre 4 y 5 meses tras el diagnóstico. La amputación puede aumentar el confort del perro en este periodo.

Los medicamentos son también una opción de tratamiento fiable para aliviar el dolor. Algunos de los medicamentos recomendados para el osteosarcoma incluyen:

• Analgésicos adyuvantes como la Gabapentina y la Amantadina
• Bifosfonatos
• Analgésicos narcóticos
• AINE (antiinflamatorios no esteroideos)

Las operaciones quirúrgicas de preservación de las extremidades consisten en la extirpación del hueso tumoral y su sustitución por un injerto óseo. Como alternativa, el hueso restante puede volver a crecer, gracias a un procedimiento innovador denominado osteogénesis de transporte óseo.

La radioterapia implica tres sesiones, las dos primeras con un intervalo de 7 días y la última después de quince días. Esta opción de tratamiento particular no sólo alivia el dolor, sino que también prolonga la vida del perro. Dependiendo del estadio del osteosarcoma y de la intensidad del dolor, puede ser necesaria una radioterapia adicional.

Opciones de tratamiento para el tumor óseo

Como en el caso de muchos otros tipos de cáncer, la quimioterapia representa una de las mejores formas de controlar las dimensiones del tumor. Los fármacos utilizados para la quimioterapia incluyen:

• Carboplatino
• Cisplatino
• Doxorubicina

Como alternativa, los dos últimos pueden utilizarse juntos. Cada uno de estos fármacos se caracteriza por tener diferentes tasas de supervivencia, pero es el deber del veterinario decidir cuál es el más apropiado para su perro.

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