Tratamiento de la incontinencia canina con imipramina

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La imipramina es un fármaco de la clase de los antidepresivos tricíclicos que se utiliza ampliamente en el tratamiento de los trastornos del comportamiento. En un caso particular, la imipramina se recomienda para los perros que sufren de incontinencia urinaria. Aunque este fármaco ha sido aprobado por la FDA para su uso en seres humanos únicamente, los veterinarios pueden recetarlo como un fármaco fuera de indicación. La incontinencia canina puede estar causada por una infección del tracto urinario, pero también son posibles otras causas. En estos casos, el paso de la orina se produce sobre todo mientras los perros duermen, pero los perros despiertos también pueden sufrir este problema.

Mecanismo farmacéutico de la imipramina

La incontinencia urinaria canina suele tratarse con fenilpropanolamina, pero la imipramina también tiende a convertirse en una alternativa popular entre los veterinarios. En algunas situaciones estos fármacos se utilizan en tándem, con el fin de acortar el período del tratamiento y aumentar la eficacia. La imipramina tiene propiedades anticolinérgicas, lo que significa que bloquea la acción de un neurotransmisor llamado acetilcolina. Este efecto se produce tanto en el sistema nervioso central como en el periférico.

La imipramina también bloquea la reabsorción de norepinefrina (noradrenalina) y serotonina. Una de las consecuencias de este hecho es la relajación de las fibras musculares que se encuentran alrededor de la vejiga. Cuando estas fibras se relajan, se produce la retención de orina. Se ha comprobado que la imipramina es especialmente eficaz en las perras, y se recomienda sobre todo cuando otros fármacos fallan.

Disponibilidad y dosis recomendada

Este medicamento está disponible en forma de comprimidos o en forma inyectable. Esta última tiene una concentración de 12,5 mg/ml, mientras que los comprimidos contienen 10 mg, 25 mg, 50 mg, 75 mg, 100 mg, 125 mg y 150 mg de principio activo.

Dado que la Imipramina es un medicamento de prescripción, es obligatorio hablar con un veterinario antes de administrárselo al perro. El veterinario determinará la dosis precisa, en concordancia con el tipo de comportamiento que debe modificarse y con la gravedad de los síntomas. En la mayoría de los casos, sin embargo, la dosis oscila entre 0,25 y 0,5 mg por libra, administrada una o dos veces al día. Hay que tener en cuenta que la duración del tratamiento también depende de la gravedad de los síntomas. La prescripción debe completarse, si el veterinario no sugiere lo contrario.

Interacciones con otros medicamentos

Para prevenir las interacciones con otros medicamentos, es necesario informar al veterinario si el perro sigue otro tratamiento en este momento. Las interacciones farmacológicas tienen dos posibles consecuencias: o bien la eficacia de los fármacos disminuye o se producen reacciones adversas. Se sabe que la imipramina interactúa con los siguientes tipos de medicamentos:

• Barbitúricos
• Cimetidina
• Inhibidores de la monoaminooxidasa
• Tranquilizantes

El veterinario le proporcionará una amplia lista de medicamentos con los que puede interactuar la Imipramina.

Reacciones adversas a la Imipramina

Los efectos secundarios suelen notarse cuando no se respeta la dosis con rigor, o cuando la Imipramina interactúa con otros tipos de medicamentos. Además, hay situaciones en las que los perros son sensibles o incluso alérgicos a los ingredientes activos del medicamento. En el caso de la Imipramina, la reacción adversa más frecuente es la sedación. Otros efectos secundarios son:

• Agitación
• Visión borrosa
• Estreñimiento
• Boca seca
• Hipotensión postural
• Depresión respiratoria
• Taquicardia

Si se observa alguna de estas reacciones adversas, el veterinario ajustará la dosis o recomendará una alternativa a la Imipramina.

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