Tratamiento de accidentes cerebrovasculares en perros

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El derrame cerebral en perros se produce cuando una arteria bloqueada o una hemorragia interrumpen el flujo sanguíneo al cerebro. Aunque esta afección es bastante infrecuente en los perros, hay dos tipos posibles que pueden causar daños cerebrales temporales o permanentes. La apoplejía del perro es casi siempre un síntoma de otra enfermedad o condición. Las opciones de tratamiento dependerán del tipo de ictus que se haya producido y de la causa subyacente. Los perros suelen sobrevivir a un derrame cerebral y casi siempre recuperan todas sus funciones motoras a las pocas semanas del tratamiento, dependiendo de la gravedad del daño producido en el cerebro. No hay manera de revertir el daño permanente de un derrame cerebral, por lo que incluso cuando se recuperan las habilidades motoras, el comportamiento del perro puede estar permanentemente alterado.

Dos tipos de accidentes cerebrovasculares en perros

El ictus isquémico en perros se produce cuando el flujo sanguíneo se detiene repentinamente y no llega correctamente al cerebro. Muchas enfermedades o trastornos pueden hacer que esto ocurra. Las complicaciones de la diabetes o el mal funcionamiento de la tiroides, o las obstrucciones debidas a fragmentos de cartílago espinal, parásitos, tumores o grasa pueden inhibir el flujo sanguíneo causando este tipo de ictus. El otro tipo de ictus, llamado hemorrágico, se produce por una hemorragia real en el cerebro. Cuando un vaso sanguíneo se rompe debido a un traumatismo craneal, un tumor cerebral, una inflamación de las arterias, un desarrollo anormal de los vasos sanguíneos o el consumo de toxinas venenosas, puede producirse este tipo de ictus. Cualquier enfermedad que pueda provocar una presión sanguínea elevada, como la enfermedad cardíaca, hepática, renal o la enfermedad de Cushing, puede provocar síntomas de cualquiera de los dos tipos de ictus.

Síntomas de la apoplejía en perros

Hay varios síntomas reveladores de un derrame cerebral en el perro. Una inclinación de la cabeza puede ser el primer indicio de que su perro sufre este problema. A menudo, los perros parecen dar vueltas, o pierden el equilibrio y se caen. Puede haber un cambio significativo y abrupto en el comportamiento, como comer de un solo lado del cuenco, girar en la dirección opuesta cuando se le llama, confusión, convulsiones, ceguera o pérdida de control de la vejiga. Se recomienda realizar un examen físico y una resonancia magnética o una tomografía computarizada para descartar la posibilidad de otras causas de estos síntomas.

Tratamiento del ictus en el perro

Aunque no existe un tratamiento directo para el derrame cerebral en sí, la enfermedad subyacente puede tratarse una vez que se ha diagnosticado. El mejor tratamiento que se puede dar es el del amor y el estímulo. Vigile de cerca a su perro y asegúrese de ayudarle a pasear, comer y bañarse, si es necesario. Tenga en cuenta que es posible que algunas funciones no se recuperen por completo, así que haga todo lo posible para animar a su perro y trabajar juntos para adaptarse a un posible nuevo estilo de vida.

Los accidentes cerebrovasculares pueden reaparecer, especialmente si la causa fue una enfermedad o afección incurable. Investiga las dietas especiales, los remedios naturales, el tratamiento homeopático y otros medios de la medicina alternativa que pueden ayudar a prevenir los accidentes cerebrovasculares del perro en el futuro. Muchos remedios naturales y suplementos herbales están dirigidos a la recuperación de la salud del sistema cardiovascular y la funcionalidad del sistema nervioso en los perros.

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