Sensibilidad alimentaria en los perros

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Las sensibilidades alimentarias pueden ser difíciles de diagnosticar en su perro, y pueden hacer la vida desagradable tanto para usted como para su perro hasta que se resuelvan.

Causas de la sensibilidad alimentaria canina

Su perro puede ser sensible a un alimento o a un ingrediente de un alimento. Algunos de los ingredientes más comunes de los alimentos para perros que causan sensibilidad son los cereales, como el maíz, la soja o el trigo, o las carnes, como los subproductos de vacuno o de pollo. En algunos casos, el problema es específico de la raza, como en el caso de 13 setters irlandeses en el Reino Unido que padecen enteropatía sensible al gluten, lo que significa que no pueden digerir los cereales que lo contienen. Los perros afectados tenían diarrea y perdían peso hasta que se les cambió la dieta para excluir los cereales.

La sensibilidad alimentaria canina está causada por la incapacidad de su perro para tolerar o digerir un alimento. Es un poco diferente a una alergia alimentaria, aunque los signos pueden ser similares, en el sentido de que su perro tendrá una reacción inmediata a un alimento al que es sensible, mientras que una alergia puede tardar meses o incluso años en desarrollarse.

Signos de sensibilidad alimentaria canina

En la mayoría de los casos, los perros sensibles a los alimentos tienen problemas digestivos, como diarrea, deposiciones frecuentes o vómitos, como reacciones inmediatas al alimento que no toleran. En los casos a largo plazo, los perros también pueden tener pérdida de pelo o picores en la piel, causados por una deficiencia dietética, ya que sus cuerpos no son capaces de recibir una nutrición completa debido a la intolerancia de su dieta actual.

Las dietas de exclusión ayudan a determinar la sensibilidad alimentaria canina

El primer paso en el tratamiento de la sensibilidad alimentaria de su perro es determinar qué alimento o alimentos están causando el problema. Para ello, su veterinario puede recomendar que su perro siga una dieta de exclusión durante un máximo de 12 semanas. Esta dieta incluirá fuentes de proteínas y carbohidratos que su perro nunca ha comido antes. Su veterinario controlará los signos clínicos de su perro mientras siga la dieta.

Después de que su perro coma la dieta de exclusión, su veterinario empezará a añadir de nuevo elementos de la dieta anterior de su perro. Usted sabrá a qué alimentos es sensible su perro cuando experimente molestias digestivas.

Busque dietas fáciles de digerir

Una vez que haya determinado qué alimentos son problemáticos para su perro, puede comprar alimentos que sean más fáciles de digerir, como los que contienen carne de pollo, requesón, arroz, avena o boniato.Algunas dietas preparadas comercialmente se comercializan para propietarios de perros con estómagos sensibles, así que busque ese tipo de alimentos en su tienda local de suministros para mascotas.

Su perro sensible a los alimentos puede beneficiarse de una dieta de proteínas hidrolizadas, que contienen proteínas e hidratos de carbono especialmente tratados que se han convertido en moléculas diminutas. Su pequeño tamaño asegura que proporcionan nutrición sin causar una reacción alérgica en las mascotas sensibles.

La opción de la dieta casera

Para ayudar a mantener a su perro sano, tendrá que supervisar su dieta de cerca. Es posible que tenga que prestar más atención al control de las porciones para ayudarle a no comer en exceso, y tendrá que seleccionar su dieta teniendo en cuenta la sensibilidad a los alimentos.

Algunos propietarios de perros optan por crear una dieta casera para sus perros. Estos son algunos de los ingredientes que deben incluirse en una dieta casera para un perro sensible a los alimentos:

• Harina de huesos
• Levadura de cerveza
• Brócoli
• Zanahorias
• Pollo
• Aceite de hígado de bacalao
• Cordero
• Mantequilla de cacahuete
• Arroz
• Espinacas
• Atún

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