Se examinan las opciones de la vacuna antirrábica canina

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La rabia canina es un virus que resulta mortal para los perros si se contrae. Aunque los Centros de Control de Enfermedades publicaron en 2007 información que indicaba que la rabia canina estaba prácticamente erradicada en Estados Unidos, sigue siendo necesario vacunar a los perros contra la enfermedad. Aunque la rabia canina está controlada, otras poblaciones animales siguen infectadas y pueden transmitir la enfermedad a los perros que no han sido vacunados.

Recomendaciones de la American Animal Hospital Association

En 2003, la Asociación Americana de Hospitales de Animales (AAHA) recomendó que las vacunas básicas se administraran cada 3 años. Estas vacunas incluyen la rabia, el parvovirus canino, el moquillo y el adenovirus. Es posible que las vacunas antirrábicas deban administrarse cada año, en función de la normativa local sobre licencias. La primera inyección contra la rabia debe administrarse entre los 3 y los 6 meses de edad, con una inyección de refuerzo al año. La frecuencia posterior depende de la legislación local.

Opciones de vacunación

A medida que la investigación científica ha continuado, se determinó que la vacuna contra la rabia podría ser eficaz hasta 3 años o más. La duración de la eficacia puede verse afectada por factores como la edad, el estado de salud y la exposición al virus, por lo que es mejor discutir la frecuencia de vacunación con un veterinario, en función de cada perro. Las opciones actuales incluyen:

• Las inyecciones anuales se administran por vía subcutánea entre los omóplatos para su absorción en el sistema o por vía intramuscular en el muslo trasero del perro.
• Las inyecciones de refuerzo cada 3 años se están convirtiendo en una práctica estándar. Las inyecciones se administran por vía subcutánea o intramuscular como en las inyecciones anuales.

Investigación actual sobre las vacunas antirrábicas

Actualmente se está estudiando la eficacia de la vacuna oral contra la rabia en las poblaciones silvestres de zorros, mofetas y mapaches. Se han realizado estudios de campo desde 1990 y hasta ahora la vacuna oral no ha sido aprobada para su uso con animales domésticos.

Actualmente se está llevando a cabo un estudio de desafío a la rabia en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Wisconsin. Se están llevando a cabo estudios simultáneos de 5 y 7 años para determinar la duración a largo plazo de la vacuna antirrábica y cambiar potencialmente las recomendaciones de vacunación.

Preocupación por la vacunación antirrábica

En los últimos años, los propietarios de perros se han preocupado por el número de reacciones adversas que han tenido sus mascotas a la vacuna de la rabia. Ya sea una inflamación localizada en el lugar de la inyección o una hinchazón de la cara, los diversos efectos secundarios son motivo de preocupación. La comunidad veterinaria ha respondido estudiando la eficacia a largo plazo de la vacuna contra la rabia, así como de otras vacunas básicas, y cambiando sus recomendaciones sobre la frecuencia de vacunación. Las regulaciones locales han sido más lentas a la hora de realizar estos cambios, por lo que el propietario del perro debe vacunar de acuerdo con los requisitos de su licencia local.

La vacunación preventiva continua contra la rabia canina es una necesidad para controlar este virus mortal. Si bien la vacunación puede provocar diversos efectos secundarios, como hinchazón, náuseas o trastornos cutáneos, constituye una defensa contra la rabia en los perros, para la que no existe cura. Para determinar qué es lo mejor para cada perro, consulte con un veterinario los regímenes de vacunación disponibles.

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