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Los quistes grasos en perros, también conocidos como quistes sebáceos, se desarrollan en la superficie de la piel del perro. Los quistes grasos se forman debido a la acumulación de sebo, segregado por las glándulas sebáceas. Los quistes grasos pueden prevenirse con una dieta adecuada y una correcta higiene.
Causas de la formación de quistes grasos
Los quistes grasos se forman cuando hay un exceso de grasa o sebo en la piel. El sebo es beneficioso, ya que mantiene la piel lubricada y brillante, pero cuando está en exceso, puede causar problemas como el acné o los quistes. El exceso de sebo puede estar relacionado con una dieta que contiene demasiadas grasas, pero los quistes grasos también pueden desarrollarse debido a un problema hormonal.
Todos los perros están expuestos a desarrollar quistes grasos, pero hay algunas teorías que afirman que estos quistes grasos son genéticos.
Síntomas de los quistes grasos
Los quistes grasos son crecimientos o bultos visibles en la piel. Estos quistes rara vez crecen más de 5 cm de diámetro. Algunos quistes son blancos o del color de la piel, mientras que otros pueden tener un tono azulado. Estos quistes pueden liberar ocasionalmente una sustancia blanca y espesa.
Los quistes grasos son más frecuentes en el cuello, la cabeza o la parte superior de las piernas.
Detección de quistes grasos
Una prueba de aspiración con aguja fina puede determinar si el crecimiento es realmente un quiste graso. El veterinario analizará el contenido del quiste y dará un diagnóstico claro.
Los crecimientos que parecen quistes grasos pueden confundirse con tumores, por lo que también puede realizarse una biopsia para aclarar la situación.
Opciones de tratamiento
Los quistes grasos no suponen un riesgo para la salud y no son dolorosos. Estos crecimientos pueden desaparecer con el tiempo sin ningún tipo de tratamiento. Los quistes grasos tienen menos probabilidades de convertirse en bultos más grandes y, en muy pocos casos, pueden convertirse en tumores malignos. Para evitar complicaciones, el veterinario recomendará una revisión periódica para asegurarse de que los quistes no se desarrollan más. Si los quistes grasos crecen a un ritmo alarmante, puede indicar que se trata de un tumor maligno.
Aunque los quistes grasos no requieran tratamiento, si el quiste graso está localizado en una zona que genera molestias en el perro (por ejemplo, los párpados), es posible que haya que extirparlo quirúrgicamente. La cirugía es sencilla y sólo requiere anestesia local. Si es posible, el veterinario simplemente extraerá el contenido del quiste graso.
Después de la cirugía, es menos probable que los quistes grasos vuelvan a crecer, pero el perro debe ser vigilado.
Prevención de quistes grasos
Los quistes grasos se forman debido a un exceso de sebo acumulado en la piel.La producción de sebo puede controlarse con una dieta que contenga sólo las grasas y nutrientes necesarios.
Una higiene adecuada con baños regulares o la eliminación de la suciedad y la grasa de la superficie de la piel también evitará la aparición de quistes.Utilice una esponja húmeda con un champú natural para eliminar la grasa de la piel del perro. Esta limpieza puede hacerse a diario.
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