Pruebas de la gripe canina

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La gripe canina es una enfermedad grave que requiere un tratamiento veterinario rápido y eficaz. Sin embargo, para que los propietarios de perros sepan cuándo está justificado el tratamiento, primero deben entender cómo se presenta la gripe canina y por qué es esencial realizar pruebas para detectar su presencia en la salud general del perro.

Visión general de la gripe canina

El virus de la gripe canina está causado por una cepa particular del virus de la gripe A conocida como H3N8. Aunque en un principio se reconoció como un virus de la gripe equina, en 2004 empezó a reconocerse en los perros, y ahora puede transmitirse entre ellos. Ahora que los perros se han vuelto susceptibles a esta cepa particular de la gripe, el organismo ha logrado modificarse para poder seguir infectando a los perros.

El contagio de la gripe canina se produce a través de las secreciones respiratorias, por lo que es altamente transmisible entre perros. En general, la mayoría de los perros son capaces de combatir esta cepa de gripe con tratamiento médico. Sin embargo, la enfermedad suele durar entre 10 y 30 días a pesar de los esfuerzos de tratamiento. En algunos casos, la neumonía puede desarrollarse como enfermedad secundaria y hacer que el estado general dure más tiempo.

La comunidad veterinaria ha identificado recientemente la aparición de la gripe canina como un nuevo patógeno emergente; por lo tanto, aunque no se pensaba que la gripe afectara a los perros hace 10 años, es importante que los propietarios de perros comprendan que la amenaza de la gripe para los perros es ahora muy real.

Signos y síntomas de la gripe en los perros

Para que los propietarios de perros busquen tratamiento para su perro, deben ser capaces de identificar cuándo hay un problema. Una vez más, la gripe canina es una cepa de gripe nueva, por lo que muchos propietarios de perros aún no saben que su perro es susceptible de contraerla.

Estos son algunos de los signos y síntomas que podrían indicar la presencia de la gripe canina:

• Fiebre (las fiebres de más de 40 grados indican una forma grave de gripe canina)
• Secreción nasal
• Lagrimeo de los ojos
• Estornudos
• Tos
• Disminución del apetito
• Disminución de la resistencia o letargo

Prueba de la gripe canina

Para determinar si un perro está afectado por la gripe canina, hay que hacerle una prueba. Esta prueba puede realizarse con secreciones respiratorias o con sangre. Algunos perros no presentan una gran cantidad de secreciones nasales cuando están infectados por la gripe canina, por lo que a veces es más fácil recoger una muestra de sangre. La muestra se envía al laboratorio para su evaluación, donde los técnicos buscan un antígeno específico contra el virus de la gripe canina. Si se encuentra este antígeno, significa que el sistema del perro ha creado un antígeno en un intento de luchar contra la enfermedad, lo que significa que el perro es positivo a la gripe canina.

Aunque existen kits caseros para el análisis de la gripe canina, es probable que obtenga un resultado más preciso si su veterinario realiza la prueba. Aunque la tasa de mortalidad de la gripe canina es sólo del 8%, la enfermedad puede progresar rápidamente si no se trata con prontitud, por lo que es más beneficioso obtener un diagnóstico preciso y comenzar el tratamiento inmediato.

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