Prostatectomía canina: Explicación de la cirugía de próstata en perros

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Al igual que la próstata de cualquier mamífero, la próstata del perro es propensa a las enfermedades. La próstata es una glándula que está presente en todos los mamíferos masculinos, que es responsable de las excreciones seminales. La próstata de un perro macho está situada ligeramente detrás del recto, en la base de la uretra. Los perros castrados rara vez tienen problemas de próstata porque se les ha extirpado la mayor parte de la glándula prostática, pero los perros no castrados son más propensos a desarrollar afecciones prostáticas con la edad.

Síntomas de un problema de próstata canino

El síntoma más destacado de un problema de próstata es cuando un perro afectado camina de forma anormal. La inflamación de la próstata la hace sensible, y debido a la proximidad de la próstata a las caderas en los perros, caminar puede ser doloroso. Los perros con problemas de próstata también suelen padecer estreñimiento y problemas para orinar. Un perro con problemas de próstata puede identificarse cuando se esfuerza al orinar o cuando expulsa sangre y pus mezclados con la orina.

Cáncer de próstata canino

Probablemente el más grave de los problemas de próstata que suelen padecer los perros domesticados es el cáncer de próstata. El cáncer de próstata se produce cuando parte del tejido de la próstata sufre una serie de mutaciones que lo llevan a un crecimiento incontrolable. Dado que la próstata es, por naturaleza, un órgano bastante pequeño, el tejido canceroso no tarda en apoderarse por completo de la glándula. La próstata seguirá entonces creciendo, y posiblemente se vuelva maligna. El tejido canceroso maligno puede extenderse a otras partes del cuerpo, y una vez que la enfermedad llega a esta fase, la probabilidad de que el perro sobreviva disminuye considerablemente.

Cirugía de próstata canina

El único problema de próstata que suele considerarse lo suficientemente grave como para justificar un tratamiento quirúrgico es el cáncer de próstata. El cáncer de próstata tiene una alta probabilidad de convertirse en maligno, por lo que si se va a utilizar la cirugía como tratamiento, debe hacerse con prontitud. Dado que la próstata no es un órgano vital, la cirugía de próstata suele consistir en la extirpación total de la glándula. Si el cáncer ya se ha extendido a los huesos o a los órganos vitales, la cirugía es una opción poco probable, porque esas partes del cuerpo no pueden extirparse sin hacer más daño que bien.

La radioterapia se utiliza a menudo junto con la cirugía para el tratamiento del cáncer de próstata. La radioterapia utiliza una radiación de rayos X de alta energía para eliminar el tejido canceroso. A menudo se utiliza antes de la cirugía, para reducir el tamaño de un tumor, y después de la cirugía, para eliminar las células cancerosas restantes que quedan en el cuerpo. La cirugía de próstata no es un tratamiento habitual para los perros que padecen cáncer de próstata porque se ha observado que la quimioterapia es más eficaz. Además, la cirugía de próstata canina es muy dolorosa y suele provocar complicaciones como la incontinencia.

El cáncer de próstata en los perros suele ser mortal. El perro medio sólo vive seis semanas después de que se le diagnostique un cáncer de próstata, pero si el problema se identifica a tiempo, el tejido canceroso puede eliminarse del cuerpo y la probabilidad de supervivencia aumenta considerablemente. Si sospecha que su perro puede estar desarrollando un cáncer de próstata, busque atención veterinaria inmediatamente.

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