Perro que cojea después de tumbarse

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La observación de un perro que cojea después de levantarse puede indicar la aparición de artritis. Por lo general, el perro estará rígido y dolorido y caminará cojeando después de haber estado tumbado durante un tiempo. La artritis es la inflamación de las articulaciones y los tejidos circundantes y es bastante dolorosa.

Otras posibles causas pueden ser una lesión traumática en la articulación, la aruptura del ligamento cruzado de la rodilla o la rotura o fractura de huesos, que con el tiempo se curarán y la cojera desaparecerá. Las infecciones, las hernias vertebrales y los tumores también pueden provocar una cojera temporal si afectan a las extremidades.

La artritis llega con la edad

La artritis suele considerarse una enfermedad de la «tercera edad»; sin embargo, los perros más jóvenes también pueden contraerla. La artritis puede afectar a perros de cualquier tamaño, sexo, edad o raza. Los factores que pueden determinar el desarrollo de la enfermedad son los traumatismos o lesiones articulares, la edad, los trastornos nutricionales y la displasia de cadera. La artrosis canina es una enfermedad articular regenerativa que conduce a la pérdida de cartílago, a la pérdida de movilidad y, finalmente, a un daño articular permanente.

Además de tener dificultad para levantarse después de estar acostado, la artritis puede manifestar estos otros síntomas:

• Movimiento lento y deliberado
• Cambios de ritmo o de marcha
• Inflamación y calor
• Rigidez y sensibilidad articular
• Hinchazón y dolor en y alrededor de las articulaciones
• Cojera
• Reticencia a moverse
• Dificultad para moverse: sentarse, ponerse de pie, saltar, trepar, ponerse en cuclillas, levantarse o acostarse

La artritis puede ser el resultado de la trituración de los huesos en un lugar de la articulación, como en el caso de la displasia de cadera, en la que la rótula de la cadera se tritura contra sí misma porque los huesos están deformados. La artritis también puede formar pequeños picos óseos dentro y/o alrededor de la articulación, que pueden empujar contra los nervios a lo largo de la columna vertebral.

Debido a la naturaleza de la artritis, un perro se levantará con dificultad y luego caminará lentamente, con rigidez y dolor. Cuanto más tiempo camine un perro después de levantarse, mejor será su paseo, ya que la articulación se calienta y el líquido articular comienza a lubricar la articulación para facilitar el movimiento.

Tratamiento

La artritis puede tratarse con combinaciones de condroitina y glucosamina, vitamina E, suplementos de ácidos grasos y acupuntura. Dado que la glucosamina y la condroitina son producidas naturalmente por el cuerpo, los efectos secundarios son escasos o nulos. Sin embargo, cuando hay artritis, el cuerpo es incapaz de producir suficiente cantidad de estas dos sustancias, por lo que es necesario tomar suplementos. La condroitina bloquea las enzimas que destruyen los cartílagos, mientras que la glucosamina ayuda a producir nuevos cartílagos.

El otro medicamento utilizado para el tratamiento de la artritis son los AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos). Los AINE suprimen la ciclooxigenasa, responsable del dolor artrítico y de la inflamación articular. Sin embargo, su uso presenta algunos efectos secundarios y riesgos, por lo que su uso debe ser vigilado de cerca y con frecuencia.

Algunos de los efectos secundarios y riesgos incluyen:

• Pérdida de apetito
• Letargo
• Vómitos
• Diarrea
• Depresión
• Úlceras
• Daño renal
• Hemorragia gastrointestinal
• Perforaciones del tracto digestivo
• Problemas hepáticos

Si los AINE no funcionan, el veterinario puede recetar corticoesteroides; sin embargo, éstos plantean riesgos aún mayores, especialmente si se utilizan durante un periodo de tiempo prolongado. Pueden reducir drásticamente la inflamación y el dolor de las articulaciones, así como ralentizar la pérdida de densidad ósea y mejorar el cartílago dañado.

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