Explicación del moquillo canino

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El moquillo es una enfermedad muy contagiosa que es una de las principales causas de muerte de los perros en todo el mundo. El virus del moquillo se transmite por el aire o por el contacto con los excrementos de un perro u otro animal infectado. Los cachorros de menos de seis meses suelen contraer el moquillo, aunque la enfermedad puede afectar a perros de cualquier edad.

Características del moquillo canino

El moquillo puede casi acabar con una perrera si algunos perros alojados en ella no han sido vacunados contra el moquillo. Los perros más viejos no tienen necesariamente inmunidad residual al moquillo, en contra de la creencia popular; de hecho, los perros que corren más riesgo de sucumbir al moquillo son los más jóvenes y los más viejos. Sin llegar a la muerte, el moquillo causa graves problemas en todo el cuerpo del perro, afectando negativamente a los ojos, el cerebro, el sistema respiratorio y el sistema digestivo, causando a veces daños permanentes.

Síntomas del moquillo canino

Los sistemas de moquillo van de leves a potencialmente mortales. A veces, se recetan antibióticos para los síntomas de la infección, y éstos remiten. Sin embargo, semanas más tarde, la encefalitis (inflamación del cerebro) en un perro infectado por el moquillo puede aparecer, causando graves problemas neurológicos. Registre cuidadosamente la aparición y la duración de los siguientes síntomas del moquillo para que pueda ayudar a su veterinario a diagnosticar la enfermedad lo antes posible.

• Secreción nasal
• Secreción ocular
• Tos
• Diarrea
• Vómitos
• Fiebre
• Depresión
• Fatiga
• Falta de apetito
• Neumonía
• Daños en los dientes
• Almohadillas de nariz y pies endurecidas
• Tics, llamados «corea»
• Caminar en círculos
• Gimoteando y llorando
• Convulsiones

Diagnóstico y tratamiento

Su veterinario puede realizar una variedad de pruebas para confirmar el diagnóstico de moquillo en su perro, incluyendo las siguientes:

• Pruebas de reacción en cadena de la polimerasa, que se realizan en muestras de fluidos y tejidos
• Biopsias de piel (especialmente de las almohadillas de los pies)
• Análisis de sangre, que detectan los «cuerpos de inclusión del moquillo canino»

Prevención del moquillo

No existe una cura completa para el moquillo canino. La terapia consiste en la administración de antibióticos, anticonvulsivos y sedantes, según sea necesario. Un veterinario homeópata puede recomendar tinturas nutricionales y homeopáticas formuladas para su perro.

Afortunadamente, las vacunas que previenen el moquillo en los perros están reduciendo la incidencia de la enfermedad, lo que significa que cada vez hay menos perros que enferman por ella. Vacunar a tu perro contra el virus del moquillo sigue siendo muy necesario y puede ser un proceso complejo, dependiendo de la edad y el estilo de vida de tu perro, así que sigue las instrucciones de tu veterinario al pie de la letra.

Las hembras reproductoras deben ser vacunadas contra el moquillo dos semanas antes del apareamiento. Además, la serie de vacunas contra el moquillo suele comenzar cuando los cachorros tienen seis semanas de edad, y continúa a intervalos de tres a cuatro semanas. Si su perro nunca ha sido vacunado contra el moquillo, pida cita a su veterinario. Por último, las vacunas de refuerzo que protegen contra el moquillo deben renovarse durante toda la vida de su perro.

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