Enfermedad renal crónica en los gatos

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La enfermedad renal en los gatos es bastante común, y puede ocurrir en gatos de cualquier edad o raza. Sin embargo, los gatos mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad renal crónica que los más jóvenes. Algunas razas pueden ser más propensas que otras. Siga leyendo para saber más sobre la enfermedad renal crónica en los gatos, sus síntomas y su tratamiento.

Causas y factores de riesgo de la enfermedad renal crónica en los gatos

La mayoría de los gatos que desarrollan una enfermedad renal lo hacen alrededor de los nueve años de edad. En general, cuanto mayor sea su gato, más probable será que desarrolle una enfermedad renal crónica. Los persas y los abisinios parecen ser más vulnerables a esta enfermedad que otros.

Las causas de la enfermedad renal en los gatos pueden incluir infección renal, cáncer de riñón o inflamación de los riñones. Algunas condiciones inmunológicas pueden afectar a la función renal, dando lugar a la enfermedad renal en los gatos. La exposición a toxinas puede dañar los riñones, al igual que una condición conocida como isquemia, que dificulta el flujo de sangre a los riñones y les impide obtener suficiente oxígeno.

Síntomas de la enfermedad renal en los gatos

Los gatos que padecen una enfermedad renal crónica pueden desarrollar una serie de síntomas urinarios o de otro tipo. Los síntomas de la enfermedad renal en los gatos pueden incluir:

• Aumento de la sed y de la micción
• Fatiga
• Letargo
• Vómitos
• Halitosis
• Debilidad
• Disminución del apetito y pérdida de peso
• Falta de coordinación física

Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad renal crónica en los gatos

Su veterinario necesitará una historia clínica completa y un examen físico para diagnosticar la enfermedad renal en su gato. Los análisis de sangre, de orina y las radiografías abdominales pueden ayudar a su veterinario a determinar el alcance del daño en los riñones de su gato, y su causa.

La enfermedad renal crónica en los gatos puede ser una condición mortal. Su gato puede necesitar ser hospitalizado si su condición es grave. Una vez que la condición de su gato se ha estabilizado, su veterinario le recomendará un plan de tratamiento que puede ayudar a manejar los síntomas de la condición de su gato, para extender su vida y mejorar su calidad de vida.

Los gatos con enfermedad renal suelen tener niveles elevados o bajos de potasio en sangre, por lo que su gato puede necesitar suplementos o medicación para normalizar su potasio en sangre. Una dieta baja en proteínas y en fósforo puede ayudar a apoyar la función renal facilitando a los riñones de su gato el filtrado de las impurezas de su sangre. Los medicamentos recetados pueden ayudar a aliviar los vómitos y la anemia que suelen acompañar a la enfermedad renal.

La enfermedad renal en los gatos puede causar deshidratación, ya que aumenta la micción. Asegúrese de que su gato tiene acceso a abundante agua limpia y fresca y compruebe regularmente si hay signos de deshidratación. Su veterinario puede recomendar una terapia de fluidos, ya sea intravenosa o subcutánea, para ayudar a aliviar la deshidratación debida a la enfermedad renal.

Deberá vigilar a su gato cuidadosamente para asegurarse de que su estado se mantiene estable. Preste especial atención a su micción. Si empieza a orinar con más frecuencia que antes, su enfermedad renal podría estar empeorando.

Administre todos los medicamentos según las indicaciones y siga las instrucciones dietéticas y de otro tipo de su veterinario para el cuidado de su gato. Es posible que su veterinario tenga que ver a su gato con frecuencia para hacer un seguimiento de su estado. Acuda a todas las citas con el veterinario y póngase en contacto con él inmediatamente si los síntomas de su gato empeoran.

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