Diagnóstico del dolor de cadera del perro

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El dolor de cadera del perro puede ser muy angustioso tanto para usted como para su mascota. El dolor de cadera canino puede ocurrir debido a la displasia de cadera o la artritis. Otras causas de dolor de cadera pueden ser lesiones, cáncer o la enfermedad de Lyme. Los perros de razas grandes son más propensos al dolor de cadera, al igual que los perros mayores. La displasia de cadera canina es una enfermedad genética y se desarrolla debido a una deformidad en las articulaciones de la cadera que provoca dolor en las caderas y cambios degenerativos o artritis en la articulación de la cadera.

Los síntomas del dolor de cadera canina incluyen:

• Cojera en las patas traseras
• Dolor
• Disminución de la movilidad
• Crujido de las articulaciones
• Dificultad para levantarse
• Reticente a subir escaleras
• Marcha pendular
• Reticente al ejercicio
• Preferencia de saltar en lugar de correr
• Tendencia a poner el peso en las patas delanteras al caminar
• Gimoteo o llanto al moverse

Diagnóstico del dolor de cadera canino

Si observa alguno de los síntomas mencionados o si observa que su mascota cojea durante más de un par de días, lo mejor es que su perro sea examinado por su veterinario. Es importante determinar si su mascota sufre dolor y también la localización del mismo. El dolor en el tobillo, la rodilla, el pie o la parte baja de la espalda puede confundirse con un dolor de cadera. El veterinario identificará el origen del dolor manipulando la articulación de la cadera y observando si hay alguna laxitud o disminución de la movilidad. También se realizará un examen físico y el veterinario observará al perro mientras camina, se sienta y trota. Se recomendará la realización de radiografías y la visita a un especialista en ortopedia para confirmar el diagnóstico antes de iniciar el tratamiento. La causa del dolor de cadera tiene que ser identificada y tratada en consecuencia para asegurar que su mascota tenga alivio del dolor.

Tratamiento del dolor de cadera

El tratamiento varía según la afección y su estado de evolución. Si el dolor se debe a una lesión o a un tirón muscular, los medicamentos antiinflamatorios, el reposo y la restricción del ejercicio durante una o dos semanas mostrarán una mejora en el estado de su mascota. Los dolores de crecimiento, también conocidos como panosteitis, pueden tratarse de la misma manera. Para esta afección, también se utilizan medicamentos antiinflamatorios.

Si el dolor se debe a problemas en la parte inferior de la columna vertebral o a un cáncer, el tratamiento variará en función del progreso de la enfermedad y de la situación económica del propietario de la mascota. El tratamiento en estos casos suele ser caro.

La displasia de cadera leve puede tratarse con dieta, ejercicio y control del peso, mientras que la sustitución de la cadera podría ser la mejor opción si la displasia es grave. Si el dolor de cadera se debe a la artritis, los medicamentos antiinflamatorios y el control del peso mejorarán el estado de su mascota. El ejercicio ayuda a fortalecer los músculos que sostienen las articulaciones de la cadera y es vital para el tratamiento del dolor de cadera.

Se recomienda una dieta de alimentos crudos y caseros ricos en proteínas y vitaminas y alimentos con menos cantidad de carbohidratos y granos. Los suplementos dietéticos como la glucosamina y la condroitina también son beneficiosos para el tratamiento del dolor de cadera canino.

La displasia de cadera o la artritis no pueden prevenirse, pero un perro con casos leves de estas enfermedades puede llevar una vida plena y activa con el tratamiento, la dieta y el ejercicio adecuados. Debe asegurarse de que su mascota permanezca sana y no engorde en exceso, ya que esto puede agravar la enfermedad.

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