Diagnóstico del cáncer de vejiga canino

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El diagnóstico del cáncer de vejiga canino se basa en una biopsia de tejido, que puede realizarse de varias maneras. Sin embargo, antes de proceder al diagnóstico, el veterinario debe establecer una correlación entre los síntomas que presenta su perro y la enfermedad.

Síntomas del cáncer de vejiga canino

Los perros que sufren de cáncer de vejiga presentarán los siguientes signos clínicos:

• Sangre en la orina
• Tos
• Dificultad para respirar
• Frecuente paso de pequeñas cantidades de orina
• Esfuerzo para orinar
• Esfuerzo al defecar

Sin embargo, estos síntomas también corresponden a condiciones de salud como:

• Infección de la vejiga
• Inflamación de la vejiga
• Cálculos en la vejiga
• Crecimientos en la vejiga

Para identificar correctamente el estado de salud, el veterinario deberá realizar un diagnóstico.

Diagnóstico del cáncer de vejiga canino

Aunque la biopsia de tejido proporciona los resultados más precisos, pueden ser necesarias otras pruebas para excluir otras enfermedades que afectan a la vejiga. Estas pruebas incluyen:

• Ecografía abdominal
• Análisis de la orina
• Recuento completo de células sanguíneas
• Estudios radiográficos de contraste
• Examen citológico de orina
• Bioquímica del suero
• Uretrocistoscopia
• V-TBA
• Radiografías de la zona abdominal y del tórax

El veterinario también necesitará conocer el historial médico completo de su perro antes de realizar estas pruebas. La palpación del cuello de la vejiga, los ganglios linfáticos locales, la próstata y la uretra ayudarán al veterinario a determinar si la vejiga está afectada o si los síntomas corresponden a otro problema médico.

Explicación de las pruebas de diagnóstico

Cada una de las pruebas incluidas en este diagnóstico se centra en la detección del tumor, en su medición o en el descubrimiento de sus efectos sobre los órganos circundantes. La ecografía abdominal es necesaria para determinar la localización y el tamaño del tumor. Además, esta prueba da una idea del estado de los ganglios linfáticos. La ecografía también se utiliza en los casos en que el tumor obstruye las vías urinarias.

El análisis de orina, por su parte, proporciona resultados sobre la:

• Bacterias
• Recuento de glóbulos rojos
• Células tumorales
• Recuento de glóbulos blancos

Un tumor en la vejiga afectará al recuento de células sanguíneas, que se observará en la orina, pero también después de realizar un recuento completo de células sanguíneas. Un examen citológico también es eficaz para evaluar la presencia de células tumorales en la orina.

En lugar de la ecografía abdominal se pueden realizar estudios radiográficos con medio de contraste. Tras realizar esta prueba, el veterinario sabrá dónde se encuentra el tumor y si se ha extendido a los órganos circundantes.

La bioquímica del suero es una de las pruebas que se realizan al principio del diagnóstico. Es necesario para determinar la salud general de su perro. Se examinarán los sistemas del cuerpo, así como las consecuencias metabólicas de la obstrucción urinaria.Si la orina no puede ser expulsada correctamente, las toxinas y el exceso de minerales permanecen en el cuerpo, lo que afecta a la salud general del perro.

Antes de realizar la uretrocistoscopia, el veterinario anestesiará a su perro para que no sienta dolor durante el procedimiento. Se introduce un endoscopio flexible o rígido en la uretra y la vejiga. El objetivo de la prueba es evaluar la localización del tumor y su extensión. La muestra de tejido que se ha extraído debe examinarse para confirmar el diagnóstico. Otros métodos para realizar la biopsia son la cirugía y la biopsia a través de una sonda urinaria.

La V-TBA es una de las pruebas más recientes incluidas en el diagnóstico del cáncer de vejiga canino. Implica la detección de marcadores tumorales de vejiga en la orina. Esta prueba es apreciada por ayudar a los veterinarios a detectar el cáncer de vejiga en las primeras etapas.

Las radiografías de la zona abdominal revelarán cualquier masa anormal, así como el crecimiento de los ganglios linfáticos. Si el veterinario sospecha que el cáncer se ha extendido a los órganos circundantes, también es necesario realizar radiografías del tórax.

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