Clostridium Perfringens en perros

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Clostridium perfringens es una bacteria que puede causar diarrea crónica en los perros. Se desarrolla en la vegetación en descomposición, en las carnes crudas o poco cocinadas y en los sedimentos subacuáticos. Muchos perros ya tienen esta bacteria en su tracto intestinal, pero no muestran síntomas, porque algunas cepas de la bacteria son más tóxicas que otras. Aprenda más sobre cómo el clostridium perfringens puede causar diarrea crónica en los perros.

Clostridium Perfringens y cómo infecta a los perros

Clostridium perfringens es una bacteria productora de esporas que puede causar diarrea crónica si infecta el tracto intestinal de su perro. Alrededor del 80% de los perros que se infectan con esta bacteria intestinal no muestran síntomas, y muchos de los que sí los desarrollan sólo presentan síntomas leves. Sin embargo, en algunos casos puede provocar una diarrea grave y potencialmente mortal.

Los perros suelen contraer el clostridium perfringens por comer basura o alimentos podridos, ya que vive sobre todo en carnes y materias vegetales en descomposición. Los perros también pueden estar expuestos a la bacteria cuando se mantienen en espacios cerrados con otros perros, como en una perrera. A menudo, los perros pueden ser portadores de la bacteria en sus intestinos durante meses o años antes de que otra enfermedad, o un periodo de estrés emocional extremo, debilite su sistema inmunitario y provoque una infección más grave.

Síntomas de la infección por Clostridium Perfringens

Si su perro está infectado con clostridium perfringens, su único síntoma puede ser la diarrea crónica, o la diarrea que dura más de dos semanas. La diarrea puede ser acuosa y contener moco o sangre. Su perro puede producir una cantidad muy pequeña de heces en relación con la cantidad de sangre, agua y mucosidad segregada; puede hacer un esfuerzo para defecar y puede defecar con más frecuencia.

Los perros infectados con clostridium perfringens suelen experimentar cierto grado de malestar en el abdomen, y pueden expulsar una cantidad excesiva de gases intestinales. Pueden producirse vómitos y fiebre, especialmente en los casos más graves.

Los perros pueden llevar a menudo una pequeña cantidad de esta bacteria en sus intestinos sin que tenga ningún efecto negativo. Los síntomas de la infección se producen cuando estas bacterias se vuelven demasiado numerosas en el cuerpo de su perro.

Diagnóstico y tratamiento de la infección por Clostridium Perfringens en perros

Su veterinario necesitará una historia clínica completa y un examen físico exhaustivo para diagnosticar la infección por Clostridium perfringens en su perro. Si su perro pasa mucho tiempo al aire libre, ha sido alojado recientemente en una perrera o puede haber comido carne o materia vegetal cruda o podrida, asegúrese de decírselo a su veterinario. Para determinar la causa de la diarrea canina suelen ser necesarios análisis de sangre, de orina y de heces. Hay otras afecciones que pueden causar síntomas de diarrea similares, y el veterinario deberá descartarlas antes de poder hacer un diagnóstico definitivo.

Si la diarrea y los vómitos de su perro son severos, puede necesitar terapia de fluidos para ayudar a rehidratar su cuerpo. La infección en sí suele desaparecer rápidamente con antibióticos orales. En la mayoría de los casos, los antibióticos se administran durante una semana, pero su perro puede necesitar tomarlos durante más tiempo si tiene una infección más grave.

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