Cirugía del cáncer de vejiga canino

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El cáncer de vejiga canino es un carcinoma mortal que se produce en la superficie interna de la vejiga o en la uretra. El cáncer de vejiga deteriora el sistema inmunitario del perro y lo hace más propenso a las infecciones del tracto urinario. También afecta al flujo de orina y la obstrucción completa de este flujo de orina provoca una acumulación de urea en el cuerpo.

Esto puede dar lugar a otras complicaciones que amenazan la vida. El tipo más común de cáncer de vejiga que afecta a los perros se denomina carcinoma de células transicionales (TCC). Este cáncer afecta al tejido epitelial transicional que cubre la vejiga.

Síntomas del cáncer de vejiga canino:

• Dificultad para orinar
• Dificultad para defecar
• Aumento de la frecuencia de la micción con sólo pequeñas cantidades de orina excretada
• Orina y heces sanguinolentas
• Incontinencia
• Dificultad para respirar
• Letargo
• Pérdida de apetito
• Pérdida de peso
• Infecciones urinarias recurrentes
• Dificultad para respirar
• Tos

Causas del cáncer de vejiga canino

Las sustancias químicas excretadas en la orina pueden hacer que las células de la vejiga y la uretra se vuelvan cancerosas. Muchas razas de perros, como el terrier escocés, el perro pastor de Shetland, los beagles, los airedales terriers y los fox terriers de pelo duro, son genéticamente propensos a este tipo de cáncer. Asimismo, los perros castrados corren el riesgo de padecer esta enfermedad. La obesidad es otro factor que contribuye.

Los insecticidas, los aerosoles para mosquitos y los baños para pulgas y garrapatas pueden desencadenar el cáncer en los perros. Ciertos medicamentos, como la ciclofosfamida, también pueden aumentar las posibilidades de que la mascota desarrolle cáncer de vejiga.

Diagnóstico del cáncer de vejiga canino

Es difícil diagnosticar esta forma de cáncer en las primeras etapas, ya que los síntomas son similares a los de otras enfermedades. Esto hace que se retrase la administración del tratamiento. Cuando se detecta el cáncer, invariablemente ha hecho metástasis en los ganglios linfáticos o en la pelvis. El veterinario realizará un examen físico, conocerá el historial médico del perro y realizará pruebas como un recuento completo de células sanguíneas, un examen citológico de la orina, una radiografía abdominal y una ecografía para diagnosticar el cáncer de vejiga y confirmar su gravedad.

La cirugía como opción de tratamiento

El tratamiento depende del nivel de metástasis del cáncer y de la edad del perro. Las formas habituales de tratamiento son la cirugía, la quimioterapia y la radiación. La cirugía es una opción si la masa cancerosa es pequeña, está localizada y se encuentra en una zona accesible. Como muchos carcinomas de células de transición se encuentran en el cuello de la vejiga, son inoperables, ya que hay varias estructuras vitales situadas en el cuello de la vejiga, como el esfínter uretral, la unión de los uréteres y la uretra.

Si el tumor está localizado, se lleva a cabo una extirpación parcial del mismo, aunque no es una opción factible si el cáncer ha hecho metástasis.

El pronóstico del cáncer de vejiga canino es malo y, dependiendo de la localización del cáncer y de si ha hecho metástasis, la esperanza de vida varía de un mes a un año. Sin embargo, la cirugía y otras opciones de tratamiento pueden mejorar la calidad de vida de su mascota mientras esté viva.

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