Cirugía de cataratas caninas

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La cirugía de cataratas canina puede mejorar en gran medida la visión de los perros que la padecen. La cirugía tiene un alto índice de éxito y, una vez realizada, las cataratas no pueden volver a crecer.

Cataratas en perros

El cristalino del ojo de su perro deja pasar la luz para ayudarle a ver. Cuando se forman cataratas, la visión puede verse afectada, ya que el cristalino se nubla y acaba siendo opaco. No todas las cataratas requieren cirugía; las cataratas pequeñas e incipientes no suelen interferir en la visión. Las cataratas inmaduras pueden cubrir todo el cristalino y provocar una visión borrosa. Las cataratas maduras pueden cubrir todo el cristalino y causar ceguera total.

Las cataratas no son lo mismo que la esclerosis nuclear, un endurecimiento del cristalino que se produce en todos los perros con la edad y que no afecta a la visión.

Causas de las cataratas caninas

Las cataratas en los perros pueden ser una condición hereditaria. Pueden desarrollarse de forma repentina, en cuestión de semanas, o muy lentamente a lo largo de un periodo de años. Suelen aparecer en perros geriátricos de más de ocho años. Son comunes en perros con diabetes mellitus y en cachorros huérfanos a los que se les da una dieta de sustituto de leche artificial.

Tratamiento de las cataratas en perros

Una vez que su perro ha desarrollado cataratas, hay dos opciones de tratamiento. Una de ellas consiste en el uso de gotas oftálmicas medicinales, que deben administrarse dos o tres veces al día durante un periodo de tres meses a un año. Las gotas hacen que el cristalino se aclare gradualmente. Esta forma de tratamiento es menos invasiva que la cirugía y es apropiada para muchos perros, independientemente de su edad o estado de salud, aunque los resultados pueden ser bastante variables.

La cirugía de cataratas canina proporciona resultados mucho más inmediatos, aunque no todos los perros son buenos candidatos para el procedimiento. Los perros deben cumplir unos requisitos de salud y edad para poder optar a la cirugía de cataratas caninas. La cirugía es cara, pero los resultados son generalmente predecibles y el procedimiento tiene una tasa de éxito de alrededor del 95%.

Con la ayuda de un potente microscopio quirúrgico, su veterinario realizará una pequeña incisión en el ojo, y un agujero en el saco capsular que contiene el cristalino del ojo. Mediante un proceso conocido como facoemulsificación, su veterinario emulsionará y eliminará la catarata mediante ultrasonidos.

Una vez que el veterinario haya eliminado la catarata, colocará una lente artificial de sustitución, o lente intraocular, en el ojo. Cerrará la incisión en el ojo con suturas. Si su perro tiene cataratas en ambos ojos, el veterinario operará ambos ojos a la vez.

La cirugía de cataratas puede mejorar mucho la visión de su perro, aunque lo más probable es que no pueda devolverla a la normalidad. La gama de lentes intraoculares disponibles para los perros es demasiado pequeña para garantizar una visión perfectamente restaurada. Los perros también experimentan una cierta cantidad de cicatrices en el ojo, que pueden degradar la calidad de su visión tras la operación. Sin embargo, los perros operados de cataratas caninas recuperan, en la mayoría de los casos, unos dos tercios de su visión.

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