Cinco maneras de detener los ladridos excesivos

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Los propietarios de perros pueden encontrarse con el problema de los ladridos excesivos en algún momento de la vida de su perro. Aunque este problema de comportamiento puede ser un síntoma de un problema de salud o mental, el ladrido excesivo suele estar causado por algo en el entorno del perro. A menudo, el propietario de una mascota puede resolver los problemas de ladridos introduciendo algunos cambios en la vida diaria de su perro.

Enriquecimiento ambiental

Un perro ocupado es un perro tranquilo. Los perros necesitan una variedad de juguetes y mordedores, así que ten a mano unos 20 y dáselos a tu perro en grupos de cuatro o cinco. Cámbielos cada dos o tres días y añada otros nuevos a medida que los viejos se desgasten. Alimentar a su perro con su ración diaria de comida a través de juguetes interactivos es una buena forma de mantenerlo ocupado. Incluso puede esconderlos detrás de los muebles o arbustos para que se divierta buscando su comida.

Ejercicio

Un perro cansado es un perro feliz. A veces los ladridos excesivos se deben a la falta de ejercicio adecuado. Añadir a la rutina de ejercicios de su perro unas cuantas manzanas más de su paseo diario o veinte minutos de juego de buscar y recoger puede hacer que se sienta tranquilo y satisfecho.

No permita la práctica de ladridos

Si su perro ladra a la gente que pasa, restrinja su acceso a las ventanas, portales y puertas donde practica este comportamiento. Esto puede significar a veces que tendrá que adiestrar a su perro en una jaula. Si mantiene a su perro alejado de las cosas que le hacen ladrar, ladrará con menos frecuencia y encontrará otras cosas que hacer con su tiempo.

Mantener la calma en el entorno

Cuando un perro ladre a la gente que entra en su casa, ignórelo e insista en que los demás no lo reconozcan mientras esté ladrando. Elógielo y acarícielo cuando se calle. No fomente los ladridos gritando a su perro o hablándole mientras ladra.

Entrene una orden de «silencio».

Puede enseñar a su perro a callarse cuando se le indique enseñándole la palabra cuando no esté ladrando. Diga «silencio» y luego déle una golosina. Haga este ejercicio de entrenamiento en series de cinco veces al día. La próxima vez que tenga un episodio de ladridos, diga la palabra «silencio» y elógielo y dele una golosina cuando se calle. Este método requiere tiempo y paciencia, pero merece la pena si ayuda a su perro a comportarse correctamente.

Cuando todo lo demás falla

Si las soluciones sencillas no eliminan el problema de los ladridos excesivos, es posible que tenga que tratar el asunto con su veterinario o con un adiestrador de perros profesional. Un profesional puede ayudarle a averiguar la causa del problema y ofrecerle una solución adecuada para su perro y sus circunstancias individuales. Puede ser peligroso utilizar métodos aversivos como los collares de descarga para los problemas de ladridos del perro sin conocer la motivación de los mismos. Si su perro tiene ansiedad, los métodos aversivos pueden detener los ladridos, pero pueden provocar nuevos problemas de comportamiento, como la masticación destructiva, la automutilación o la agresividad.

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