Causas y tratamientos de la cojera del perro

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Si su perro ha desarrollado una cojera, hay muchas causas y tratamientos posibles. La cojera puede indicar dolor, debilidad o posiblemente una afección grave en la pata afectada.

En el caso de los perros ancianos, con sobrepeso y de razas grandes, la cojera puede ser un signo de artritis, displasia de codo o de cadera. Estos perros también tienen un mayor riesgo de fracturas que los perros pequeños o jóvenes. Es importante observar cuándo se produjo la cojera por primera vez y si ésta es continua o aparece y desaparece. Una cojera constante puede indicar una laceración, un esguince o una fractura, mientras que una cojera intermitente puede ser el comienzo de una dolencia degenerativa o relacionada con la edad.

Causas y tratamientos comunes de la cojera

La mayoría de los casos de cojera están causados por un traumatismo leve en un hueso, ligamento o tendón. Estas lesiones suelen curarse en pocos días, pero pueden seguir causando dolor y molestias. El veterinario puede recetar medicamentos antiinflamatorios. Las lesiones, como la rotura de ligamentos, suelen poder repararse quirúrgicamente. Las fracturas, a menudo causadas por una caída o un atropello, requieren la atención inmediata de una clínica veterinaria de urgencias. La mayoría de las fracturas por encima de la rodilla se reparan con clavos y placas metálicas. Las fracturas por debajo de la rodilla se inmovilizan con férulas y yesos. La amputación sólo suele ser necesaria cuando la pata ha sufrido múltiples e importantes lesiones o ha desarrollado un tumor óseo.

Examine a su perro

Cuando la causa de la cojera no está clara, empieza por examinar la pata afectada. Empieza por la pata y revisa entre los dedos. Busca espinas, astillas, cortes o uñas rotas. Aunque son menos graves que una rotura de ligamentos o una fractura, estas lesiones menores pueden requerir atención médica. La zona podría desarrollar una infección si no se limpia y desinfecta adecuadamente. Si un objeto sigue incrustado en la piel, es conveniente que un veterinario lo retire y se asegure de que no es necesario suturar.

Si no hay ningún problema evidente en el pie, suba con cuidado la pierna aplicando una suave presión sobre los músculos a medida que avanza. Observa cualquier signo de sensibilidad o hinchazón. Si su perro reacciona al tacto, es posible que haya sufrido un esguince o una distensión muscular. La mayoría de los perros se recuperan de un esguince o una distensión en pocos días. Si el perro sigue cojeando, puede ser necesario que un veterinario le haga una radiografía y lo examine. Las radiografías pueden señalar la zona afectada y ayudar a determinar la causa de la cojera.

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