agosto 19, 2021

Cáncer de esófago en perros

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El cáncer de esófago es raro en los perros, pero se propaga rápidamente y puede ser difícil de tratar. A menudo, el cáncer se propaga al esófago desde otra parte del cuerpo, como la glándula mamaria. Cuando el cáncer se origina en el esófago, puede ser el resultado de una infección parasitaria. Siga leyendo para saber más sobre el cáncer de esófago en perros.

Tipos de cáncer de esófago canino

El cáncer de esófago suele afectar a los animales geriátricos. Sólo el 0,5% de los cánceres caninos se producen en el esófago. Los perros de todas las razas y de ambos sexos pueden padecer este tipo de cáncer.

Hay tres tipos de tumor que ocurren más comúnmente en el cáncer de esófago. Son el carcinoma de células escamosas, el leiomiosarcoma y los sarcomas.

Los sarcomas son el tipo más común de tumor esofágico en perros. Los sarcomas pueden ser osteosarcomas, que afectan al hueso, o fibrosarcomas, que afectan al tejido conectivo. Los sarcomas suelen estar causados por una infección con el gusano parasitario Spirocerca lupi. Estos gusanos ocupan las paredes del esófago y el tracto gástrico, y también pueden infectar las paredes de la aorta.

También se sabe que los tumores de la tiroides, las glándulas mamarias y los ganglios linfáticos se extienden al esófago.

Síntomas del cáncer en el esófago canino

Los perros con cáncer de esófago pueden tener problemas para tragar. Puede parecer que vomitan comida sin digerir, ya que los tumores pueden bloquear el esófago e impedir que la comida llegue al estómago. Puede producirse una pérdida de peso y una disminución del apetito. El aliento de su perro puede oler mal y puede babear en exceso.

Los tumores que bloquean el esófago pueden aumentar el riesgo de que su perro inhale partículas de comida. Puede toser e incluso desarrollar una infección pulmonar.

Los síntomas del cáncer de esófago son muy similares a los síntomas del megaesófago, una condición más común que ocurre cuando el esófago se distiende o no funciona correctamente. Hay una serie de factores que pueden contribuir al megaesófago. Su veterinario deberá descartar esta afección antes de diagnosticar un cáncer de esófago.

Diagnóstico y tratamiento del cáncer de esófago en perros

Su veterinario probablemente podrá confirmar la presencia de tumores con una radiografía. La tomografía computarizada o la resonancia magnética también pueden ayudar a su veterinario a evaluar la extensión del cáncer. Tu veterinario tendrá que tomar muestras de biopsia para confirmar el cáncer.

Si el cáncer de esófago se ha originado en el esófago de su perro y aún no se ha extendido, puede ser posible extirpar los tumores quirúrgicamente. La cirugía láser o la terapia fotodinámica pueden ayudar a reducir o eliminar los tumores esofágicos.

Si la cirugía no es una opción, su veterinario puede recomendar cuidados de apoyo. La quimioterapia puede utilizarse para tratar el cáncer de esófago, pero la radioterapia podría ser peligrosa, ya que podría dañar los delicados órganos que rodean el esófago. Su perro puede necesitar una sonda de alimentación si los tumores han bloqueado su esófago.

Pronóstico del cáncer de esófago en perros

El cáncer de esófago en perros no suele tener muy buen pronóstico. Este tipo de cáncer suele extenderse muy rápidamente y, una vez que se ha extendido, se vuelve mucho más difícil de tratar.

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