Antihistamínicos para los problemas de alergia de las mascotas

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A veces, los problemas de alergia de su mascota requieren medicación para aliviar los síntomas. Uno de los tipos más comunes de medicación que su veterinario puede prescribir es un antihistamínico. Veamos cómo los antihistamínicos ayudan a aliviar los síntomas de la alergia y cuáles son algunos de los antihistamínicos más comunes. También examinaremos los efectos secundarios comunes para que pueda tomar una decisión informada sobre la adición de los medicamentos al régimen de control de la alergia de su mascota.

Cómo los antihistamínicos ayudan a controlar los síntomas de la alergia

En su forma más básica, los antihistamínicos controlan la histamina, que es una sustancia química que el sistema inmunitario de un animal alérgico produce en respuesta a la amenaza percibida de un alérgeno, como:

• un ingrediente alimentario
• saliva de pulga
• polen
• ácaros del polvo
• otros irritantes

La histamina hace que la piel del animal se enrojezca y pique, y que se forme una urticaria. Algunas mascotas alérgicas también tienen problemas con sus sistemas digestivos, como vómitos o diarrea, como resultado de la liberación de histamina en sus cuerpos. En las reacciones alérgicas más extremas, su mascota puede desarrollar problemas respiratorios o empezar a ahogarse como resultado de la histamina que se forma en su sistema inmunitario.

Los antihistamínicos ayudan a eliminar el enrojecimiento de la piel, reducen el picor y la urticaria, y también pueden ayudar a aliviar los problemas respiratorios causados por la congestión de las vías respiratorias.

Los antihistamínicos más comunes para las mascotas

Su veterinario seleccionará un antihistamínico para su mascota en función de su raza, peso y tipo de alergia. También se evaluarán los posibles efectos secundarios, de los que hablaremos en breve, antes de prescribir los medicamentos, y también se tendrá en cuenta cualquier otra medicación que su mascota tome regularmente a la hora de seleccionar un antihistamínico.

• La clorfeniramina, o Chlor-Trimeton, se utiliza para tratar los problemas cutáneos asociados a las alergias en perros y gatos. No se recomienda para los animales embarazados o los animales domésticos con la presión arterial alta, tiroides hiperactiva, problemas de próstata, obstrucciones intestinales o urinarias.
• El fumarato de clemastina, más conocido como la marca Tavist, es un antihistamínico de acción prolongada que puede tratar las alergias atópicas en gatos y perros. La principal ventaja de este medicamento es que requiere menos dosis diarias para ser eficaz que otros antihistamínicos. No se recomienda para las mascotas con glaucoma, enfermedad cardíaca grave, agrandamiento de la próstata o bloqueo urinario o intestinal.
• La ciproheptadina, o Periactin, se utiliza para tratar una variedad de síntomas de alergia atópica tanto en gatos como en perros. También se utiliza para tratar el asma felina y puede utilizarse para estimular el apetito de los gatos que no comen fácilmente. No se recomienda su uso en mascotas con glaucoma, enfermedad cardíaca grave, enfermedad hepática, enfermedad renal, agrandamiento de la próstata o con obstrucciones urinarias o intestinales.
• La difenhidramina, también conocida como Benadryl, es segura para su uso en perros y gatos. Se utiliza con mayor frecuencia para controlar las alergias a las pulgas, las alergias atópicas o las reacciones alérgicas a las mordeduras y picaduras de insectos. No se recomienda para mascotas con problemas de próstata, enfermedades cardíacas, tiroides hiperactiva o glaucoma.
• La hidroxizina, más conocida por la marca Atarax, ayuda a controlar los síntomas de la alergia atópica en gatos y perros. No se recomienda para mascotas con glaucoma, enfermedades del corazón, tiroides hiperactiva, agrandamiento de la próstata o con bloqueo intestinal o urinario.

Posibles efectos secundarios de los antihistamínicos

Aunque cada antihistamínico tiene efectos secundarios únicos, hay algunos efectos secundarios generales de esta clase de fármacos, como la somnolencia, la pérdida de apetito o el malestar estomacal. Pida a su veterinario que le explique detenidamente los efectos secundarios antes de salir de la clínica para que sepa qué efectos secundarios pueden aparecer y cuáles son potencialmente graves.

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