Alergia al gluten en los perros

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La alergia al gluten puede ser una condición alérgica bastante común en los perros. La condición también se conoce como enfermedad celíaca, y se presenta con numerosos síntomas, siendo los más comunes los problemas cutáneos o digestivos. Veamos cómo puede desarrollarse la alergia al gluten en su perro, qué aspecto tiene la enfermedad y cómo se diagnostica y trata.

Las causas de la alergia al gluten en los perros

El gluten es un tipo de proteína que se encuentra en muchas harinas, como la de trigo, centeno y cebada. Toma su nombre de la palabra latina que significa pegamento, y es lo que mantiene unida la masa cuando sube y da a algunos productos horneados su textura masticable.

Los perros alérgicos al gluten son físicamente incapaces de tolerar la proteína del gluten, lo que provoca irritación en el intestino delgado del animal. Con el tiempo, el revestimiento interior del intestino es destruido por la alergia, lo que limita la cantidad de nutrientes que un perro afectado puede absorber adecuadamente de su comida. La alergia al gluten también provoca colitis en el intestino grueso del perro, lo que explica la frecuencia de los problemas digestivos que se observan en los perros con esta enfermedad.

Síntomas de la alergia al gluten en perros

Como se ha señalado anteriormente, un síntoma común de la alergia al gluten canino son los problemas digestivos, tales como

• hinchazón
• estreñimiento
• diarrea
• heces cargadas de moco
• vómitos

Otros síntomas de la alergia al gluten pueden ser la piel seca, la fatiga, la caída del cabello, los picores, la debilidad y la pérdida de peso. Si no se trata, la enfermedad puede provocar infecciones de oído recurrentes e infecciones cutáneas secundarias.

Diagnóstico y tratamiento de la alergia canina al gluten

Su veterinario puede recomendar una de varias pruebas (un análisis de sangre, una dieta de exclusión o una biopsia intestinal) para comprobar la sensibilidad al gluten de su perro y descartar otras posibles causas de sus síntomas.

La prueba más utilizada ha sido la dieta de exclusión, que requiere que un perro sea alimentado con una única fuente de proteínas y carbohidratos durante unas 12 semanas para determinar qué ingredientes de su dieta anterior causan una reacción alérgica. Si el perro no presenta síntomas con la dieta de exclusión, los ingredientes de su dieta anterior se reintroducen gradualmente hasta que se produce una reacción alérgica. El ingrediente que desencadena la reacción es el alérgeno, que debe eliminarse de la dieta del perro en adelante.

Los análisis de sangre son una prueba de diagnóstico más reciente para las alergias al gluten. Los veterinarios buscan la presencia de ciertos anticuerpos que el sistema inmunitario del perro crea en respuesta a la amenaza percibida que supone la presencia del gluten.

Las biopsias intestinales se recomiendan a veces en los perros para evaluar el daño intestinal y detectar otras posibles causas, como los parásitos internos. También pueden detectar cambios en la pared intestinal que se revierten después de que el perro se someta a una dieta sin gluten.

Una vez hecho el diagnóstico, habrá que cambiar la dieta de tu perro para eliminar los productos glutinosos que están causando su reacción alérgica. Esto requerirá una vigilancia por tu parte para asegurarte de que tu perro no come nada que contenga gluten, por lo que tendrás que convertirte en un cuidadoso lector de ingredientes.

Algunos dueños de perros optan por crear dietas caseras para sus mascotas, mientras que otros eligen comprar alimentos sin gluten en su tienda de suministros para mascotas o en la clínica veterinaria.

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