Administración de fluidos intravenosos para perros

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La administración de fluidos intravenosos puede ser necesaria en algunos casos, cuando un perro está gravemente enfermo y no hay opciones alternativas. El líquido subcutáneo administrado puede contener nutrientes, medicamentos y suero, que serán necesarios para curar a la mascota. El tratamiento puede administrarse en una clínica o en casa.

¿Cuándo se necesitan líquidos intravenosos?

La administración de líquidos subcutáneos puede ser necesaria en una serie de casos como:

• Enfermedad hepática o renal, cuando se necesita controlar lo que come el perro y permitir que los órganos descansen y se recuperen
• El perro está inconsciente y necesita ser alimentado
• La mascota está gravemente deshidratada y necesita hidratación inmediata
• El perro es hipoglucémico
• Cuando el perro tiene anemia severa
• Durante y después de la cirugía, especialmente si la cirugía es más compleja

La cantidad de líquidos administrados dependerá del estado del perro y del tipo de líquidos que se le administren. El tratamiento puede ser necesario durante un par de horas o durante varios días.

Cómo administrar fluidos intravenosos

Por lo general, los líquidos intravenosos se administran en una clínica veterinaria, pero es posible que también tenga que aprender a aplicar el tratamiento. Tendrá que comprar el equipo que incluye:

• La bolsa de fluidos intravenosos
• El set IV, que es el tubo conector que hará de enlace entre la bolsa IV y la aguja
• Una aguja estéril

La bolsa de líquido intravenoso se sacará del paquete protector; hay un tapón en un extremo de la bolsa. Habrá que quitar el tapón, pero hay que asegurarse de que se mantendrá estéril hasta que se introduzca el juego intravenoso. El juego intravenoso tendrá que ser presionado en el agujero de la bolsa intravenosa. Asegúrese de que no hay fugas, para que todo el líquido entre en el sistema del perro. Introduzca una aguja en la espalda del perro (en la zona de los omóplatos) o en otra zona con piel suelta. Conecte el equipo intravenoso a la aguja.

Posibles complicaciones

Aunque la administración de líquidos por vía intravenosa suele ser segura, puede haber algunos efectos secundarios como:

• Infección, que puede desarrollarse en la zona en la que se inserta la aguja y puede deberse a las bacterias presentes en la piel del perro; la infección se manifestará a través de una fuerte hinchazón, enrojecimiento y acumulación de pus subcutáneo. La infección puede tratarse con antibióticos, pero puede prevenirse esterilizando la zona donde se introduce la aguja intravenosa.
• Reacciones alérgicas al líquido intravenoso.
• Hinchazón en el lugar donde se inserta la aguja; la mayoría de los perros tendrán un bulto, que normalmente desaparecerá entre dos y seis horas después del tratamiento.
• Moretones, que deberían remitir en una semana después del tratamiento.
• Pueden aparecer burbujas de aire bajo la piel; esto no es grave, pero puede causar unas horas de malestar en su mascota.

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