diciembre 23, 2018

Producción excesiva de saliva en los perros

Ptialismo en perros

El ptialismo es una condición caracterizada por el flujo excesivo de saliva, también conocida como hipersalivación. El seudoptialismo (es decir, el falso ptialismo), por otro lado, es la liberación del exceso de saliva que se ha acumulado en la cavidad oral. La saliva es constantemente producida y secretada dentro de la cavidad oral por las glándulas salivales. La producción de saliva aumenta debido a la excitación de los núcleos salivales del tronco encefálico. Los estímulos que conducen a esto son las sensaciones gustativas y táctiles que afectan a la boca y la lengua. Los centros superiores del sistema nervioso central también pueden excitar o inhibir los núcleos salivales. Las lesiones que afectan al sistema nervioso central o a la cavidad bucal también pueden causar salivación excesiva. Las enfermedades que afectan la faringe, el esófago y el estómago también pueden estimular la producción excesiva de saliva. Por el contrario, la producción normal de saliva puede parecer excesiva en animales con una anormalidad anatómica que permite que la saliva salga de la boca, o se ven afectados por una afección que afecta la deglución. La ingestión de una toxina, un agente cáustico o un cuerpo extraño también puede llevar al ptialismo.

Los perros jóvenes son más propensos a tener una forma de ptialismo causada por un problema congénito como una derivación portosistémica. En condiciones normales, la vena porta entra en el hígado y permite que los componentes tóxicos de la sangre sean desintoxicados por el hígado. Cuando se presenta una derivación, la vena porta está conectada de manera inapropiada a otra vena, lo cual hace que la sangre se desvíe del hígado. Los terriers de Yorkshire, los malteses, los perros de ganado australianos, los schnauzers en miniatura y las razas de sabuesos irlandeses tienen una incidencia relativamente mayor de derivaciones portosistémicas congénitas. El agrandamiento del esófago es hereditario en los zorros de pelo duro y en los schnauzers en miniatura, y se han reportado predisposiciones familiares en las razas de pastores alemanes, Terranova, gran danés, setter irlandés, shar-pei chino, galgo y retriever. La hernia hiatal congénita ha sido reconocida en el shar-pei chino. Las razas gigantes, como el San Bernardo y el mastín, son conocidas por su babeo excesivo.

Síntomas y tipos

  • Pérdida de apetito: se observa con mayor frecuencia en perros con lesiones orales, enfermedad gastrointestinal y enfermedad sistémica.
  • Cambios en la conducta alimentaria – los perros con enfermedad oral o disfunción del nervio craneal pueden negarse a comer alimentos duros, no masticar en el lado afectado (pacientes con lesiones unilaterales), mantener la cabeza en una posición inusual mientras comen o dejar caer alimentos.
  • Otros cambios de comportamiento – irritabilidad, agresividad y reclusión son comunes, especialmente en perros con una condición dolorosa.
  • Dificultad para deglutir
  • Regurgitación – en perros con enfermedad esofágica
  • Vómito secundario a enfermedad gastrointestinal o sistémica
  • Manosear en la cara o en el hocico – perros con molestias o dolor bucal
  • Signos neurológicos: perros que han estado expuestos a drogas o toxinas causales, y aquellos con encefalopatía hepática después de consumir una comida rica en proteínas.

Causas

  • Trastorno conformacional de los labios, especialmente en perros de raza gigante
  • Enfermedades bucales y faríngeas
    • Presencia de un cuerpo extraño (por ejemplo, un cuerpo extraño lineal, como una aguja de coser).
    • Tumor
    • Absceso
    • Gingivitis o estomatitis: inflamación del revestimiento de la boca, secundaria a la enfermedad periodontal
    • Infección viral de las vías respiratorias superiores
    • Enfermedad inmunomediada
    • Enfermedad renal
    • Ingestión de un agente cáustico o de plantas venenosas
    • Efectos de la radioterapia en la cavidad oral
    • Quemaduras (por ejemplo, por morder un cable eléctrico)
    • Trastorno neurológico o funcional de la faringe
    • Enfermedades de las glándulas salivales
    • Cuerpo extraño
    • Tumor
  • Sialoadenitis: inflamación de las glándulas salivales
    • Hiperplasia: sobreproliferación de células
    • Infarto: área de tejido necrótico causada por la pérdida de un suministro adecuado de sangre.
    • Sialocele: quiste de retención salival
    • Trastornos esofágicos o gastrointestinales
    • Cuerpo extraño esofágico
    • Tumor esofágico
    • Esofagitis: inflamación del esófago secundaria a la ingestión de un agente cáustico o de una planta venenosa.
    • Reflujo gastroesofágico
    • Hernia hiatal: abultamiento del estómago en el pecho
    • Megaesófago: esófago agrandado
    • Distensión gástrica: distensión del estómago
    • Úlcera gástrica
  • Trastornos metabólicos
    • Hepatoencefalopatía – causada por una derivación portosistémica congénita o adquirida, en la que el hígado no es capaz de eliminar sustancias dañinas de la sangre y las toxinas se desvían al cerebro.
    • Hipertermia: fiebre alta
    • Uremia: insuficiencia renal
  • Trastornos neurológicos
    • Rabia
    • Pseudorabios
    • Botulismo
    • Tétanos
    • Disautonomía: enfermedad del sistema nervioso
    • Trastornos que causan disfagia o dificultad para deglutir
    • Trastornos que causan parálisis del nervio facial o una mandíbula caída
    • Trastornos que causan convulsiones
    • Náuseas asociadas con la enfermedad vestibular
  • Drogas y Toxinas
    • Toxinas cáusticas/corrosivas (por ejemplo, productos de limpieza para el hogar y algunas plantas comunes de la casa).
    • Sustancias de sabor desagradable
    • Sustancias que inducen a la hipersalivación.
    • Veneno animal (por ejemplo, la araña viuda negra, los monstruos de Gila y los escorpiones norteamericanos)
    • Secreciones de sapo y tritón
    • El consumo de plantas puede causar un aumento de la salivación (por ejemplo, poinsettia, Dieffenbachia).

Diagnóstico

Existen muchas causas diferentes para la salivación excesiva. Tendrá que dar una historia completa de la salud de su perro, incluyendo el estado de vacunación, los medicamentos actuales, la posible exposición a toxinas, un historial de antecedentes de síntomas y cualquier otro posible incidente que pudiera haber precipitado esta afección. Su médico necesitará distinguir entre la hipersalivación asociada con una condición que está causando dificultad para tragar, de la hipersalivación asociada con la náusea. Depresión, golpes en los labios y arcadas son algunos de los signos que su veterinario buscará. Su médico también querrá hacerle a su perro un examen físico completo, con especial atención a la cavidad oral y el cuello, junto con un examen neurológico. Las herramientas de diagnóstico pueden incluir radiografías y ecografías para determinar si hay un problema en la estructura del hígado o en cualquier otro órgano interno. Si se sospecha de un trastorno relacionado con el sistema inmunitario, el veterinario también puede realizar una biopsia de tejido y células.

Tratamiento

El tratamiento de la causa subyacente del ptialismo, una vez que se ha diagnosticado efectivamente, será la primera preocupación. Aunque generalmente no es necesario, su médico también puede tratar los síntomas externos para reducir el flujo de saliva. Los suplementos nutricionales pueden ser recomendados si su perro ha estado sufriendo de ptialismo durante mucho tiempo y no ha podido comer adecuadamente.

Vivir y gestionar

Dependiendo de la causa subyacente, su veterinario querrá controlar a su perro tantas veces como sea necesario para asegurarse de que el plan de tratamiento está funcionando.

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