Anomalías de la gestación en perros

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La gestación de los perros puede durar entre 56 y 72 días. Durante este tiempo, el feto crecerá en el útero de la perra madre y recibirá de ella oxígeno y nutrientes.

Síntomas de una perra embarazada

Cuando una perra se queda embarazada sus niveles hormonales no cambian, por lo que una muestra de sangre y orina no es fiable. Sin embargo, un veterinario experto será capaz de golpear el abdomen de una perra y sentir si hay alguna inflamación uterina dentro de los primeros 20 a 30 días de embarazo. Los ultrasonidos y las radiografías son otras herramientas que el veterinario utilizará para diagnosticar el embarazo en una perra.

Una perra preñada puede tener náuseas durante las primeras semanas de embarazo y luego desarrollar el apetito más adelante en el periodo de gestación. Cuando una perra tiene unas 5 semanas de embarazo, su abdomen parecerá más grande de lo habitual. Los tejidos mamarios se desarrollan después de unos 35 días de gestación.

La duración del embarazo depende de la raza de la perra y del tamaño de su camada.

Anomalías durante la gestación

• Brucelosis canina: Enfermedad causada por una bacteria que puede afectar a las perras gestantes. Esta bacteria no presenta muchos síntomas visibles en una perra, pero puede provocar un aborto en perras de 35 semanas, la muerte embrionaria o el nacimiento de cachorros muertos.
• Infección por el virus del herpes canino: Puede hacer que una perra preñada aborte a sus cachorros. En una perra no preñada, esta infección viral puede ser una enfermedad menor. Si se contrae durante las primeras o las últimas 3 semanas de gestación, la perra puede tener un aborto espontáneo o perder a sus cachorros después del nacimiento.
• Toxoplasmosis: El organismo puede elegir a un perro como huésped. Cuando una perra preñada tiene esta infección, podría tener un aborto. Si hay un parto de la perra, los cachorros podrían nacer con defectos que afecten a sus sistemas respiratorio y gastrointestinal y causar trastornos neurológicos. Las perras embarazadas pueden evitar la infección no estando cerca de las heces de los gatos ni de la carne cruda.
• Micoplasma o ureaplasma: Cuando una perra preñada se mantiene en una perrera superpoblada, puede contraer micoplasma o ureaplasma. Estos organismos pueden provocar un parto prematuro, un nacimiento sin vida o un aborto espontáneo que provoca la reabsorción del feto.
• Infecciones bacterianas o víricas: Durante las complicaciones del embarazo, las perras pueden enfermar de otras infecciones bacterianas o víricas. Muchos de los virus y bacterias a los que está expuesta una perra preñada pueden introducirse a menudo cuando el criador vacuna a la perra. A menudo no se recomienda vacunar a una perra embarazada por las complicaciones que puede causar durante la gestación.
• Niveles bajos de progesterona: Cuando una perra tiene una cantidad insuficiente de progesterona, una hormona que ayuda a mantener el embarazo, su cuerpo pensará que es el momento de dar a luz a sus cachorros. Esto hará que la perra aborte a sus cachorros. Se puede administrar una terapia de sustitución a una perra preñada con niveles bajos de progesterona para ayudar a prevenir los abortos espontáneos.
• Otras anomalías: Otras causas de complicaciones durante el periodo de gestación de una perra podrían atribuirse a trastornos endocrinos (por ejemplo, hipotiroidismo), deficiencias nutricionales y defectos genéticos.

Cuando se esperan cachorros, puede ser un momento emocionante para el propietario de un perro. Una perra no suele necesitar mucha intervención durante su periodo de gestación, pero mantén un ojo vigilante sobre ella. Lleve a su perra a la consulta del veterinario para las visitas programadas, de modo que pueda detectarse cualquier problema potencial antes de que cause complicaciones al embarazo.

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