septiembre 19, 2020

Convulsiones en gatos

Epilepsia idiopática en gatos

La epilepsia es un trastorno cerebral que hace que el gato afectado tenga ataques físicos repentinos, incontrolados y recurrentes, con o sin pérdida de conciencia. Cuando esto ocurre por razones desconocidas, se denomina epilepsia idiopática. La epilepsia es más común en los perros que en los gatos.

Síntomas y tipos

Las convulsiones en los gatos suelen ir precedidas de un aura corta (o inicio focal). Cuando esto ocurre, el gato puede parecer asustado y aturdido, o puede esconderse o buscar atención. Una vez que comienza la convulsión, el gato caerá de lado. Puede ponerse rígido, masticar su mandíbula, salivar profusamente, orinar, defecar, vocalizar y/o remar con las cuatro extremidades. Estas actividades de convulsiones generalmente duran entre 30 y 90 segundos.

Las convulsiones se producen con mayor frecuencia mientras el paciente descansa o duerme, a menudo por la noche o a primera hora de la mañana. Además, la mayoría de los gatos se recuperan de los efectos posteriores a la convulsión cuando se lleva al gato al veterinario para que lo examine.

Generalmente, los ataques epilépticos se observan por primera vez en gatos de entre uno y cuatro años de edad. El comportamiento posterior a la convulsión, conocido como comportamiento postictal (después de la convulsión), incluye confusión y desorientación, vagabundeo sin rumbo, comportamiento compulsivo, ceguera, paso, aumento de la sed (polidipsia) y aumento del apetito (polifagia). La recuperación después de la convulsión puede ser inmediata o puede tardar hasta 24 horas.

Causas

En muchos casos, la causa es desconocida. Algunos casos de epilepsia idiopática pueden ser de origen genético.

Diagnóstico

Los dos factores más importantes en el diagnóstico de la epilepsia idiopática son la edad de inicio y el patrón de las convulsiones (tipo y frecuencia). Si su gato tiene más de dos convulsiones durante la primera semana de su aparición, su veterinario probablemente considerará un diagnóstico distinto de la epilepsia idiopática. Si las convulsiones ocurren cuando el gato es menor de un año o mayor de cuatro años, puede ser de origen metabólico o intracraneal (dentro del cráneo). Las convulsiones focales o la presencia de déficits neurológicos, por su parte, indican una enfermedad intracraneal estructural.

El diagnóstico suele comenzar con un análisis de sangre de rutina, que incluye un recuento completo de células sanguíneas, un perfil de química sanguínea, un examen de la tiroides y pruebas para detectar virus como la leucemia y el SIDA felinos. El veterinario también puede recomendar un análisis de orina.

Las pruebas adicionales pueden incluir estudios especializados de imágenes del cerebro, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética. También se puede recomendar un análisis del líquido cefalorraquídeo recogido mediante una punción lumbar.

Tratamiento

La mayor parte del tratamiento es ambulatorio. Puede ser necesario el uso de medicamentos anticonvulsivos, dependiendo de la frecuencia y la gravedad de las convulsiones.

Vivir y gestionar

Es esencial controlar los niveles terapéuticos de las drogas en la sangre. Los gatos tratados con fenobarbital, por ejemplo, deben tener su perfil químico en sangre y suero monitoreado periódicamente después de iniciar la terapia. Es posible que sea necesario ajustar las dosis de los medicamentos en función de los niveles séricos de los mismos y de la respuesta al tratamiento.

Los gatos mayores que reciben tratamiento con bromuro de potasio deberán ser vigilados cuidadosamente para detectar una insuficiencia renal. Si tiene un gato mayor que se someterá a un tratamiento para las convulsiones epilépticas, su veterinario puede recomendar un cambio de dieta para el gato.

Los gatos con epilepsia idiopática o genética deben ser esterilizados o castrados para evitar la transmisión del rasgo.

No le dé a su gato epiléptico ningún medicamento de venta libre sin consultar primero con su veterinario. Estos medicamentos pueden interferir con los medicamentos anticonvulsivos o disminuir el umbral de las convulsiones, causando una actividad convulsiva adicional.

Saltarse dosis de medicamentos anticonvulsivos puede ser peligroso para su gato. Los gatos que toman medicamentos para la epilepsia deben permanecer en el interior para evitar que se salten las dosis.

Prevención

Cuando esta forma de epilepsia se debe a anormalidades genéticas, es poco lo que se puede hacer para prevenirla. Sin embargo, la interrupción abrupta de los medicamentos para controlar las convulsiones en su gato puede agravar o iniciar el retorno de las convulsiones.

polifagia

Comer o tragar en exceso

postictal

El período de tiempo que ocurre después de una incautación

análisis de orina

Un examen a fondo de las propiedades de la orina; se utiliza para determinar la presencia o ausencia de enfermedades

polidipsia

Una condición médica que implica una sed excesiva

incautación

Una acción involuntaria en la que los músculos se contraen; causada por un problema en el cerebro.

leucemia

Un aumento en el número de glóbulos blancos malos

epilepsia

Una condición de convulsiones frecuentes o recurrentes que no son de origen sistémico

idiopático

En relación con una enfermedad de origen desconocido, que puede o no haber surgido espontáneamente

intracraneal

Se encuentra dentro del cráneo

anticonvulsivo

Término utilizado para referirse a cualquier sustancia o droga que detenga las incautaciones.

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